El escándalo sobre un supuesto carrusel de pensiones en el Consejo Superior de la Judicatura (CSJ), abrió nuevamente la discusión sobre la importancia de su eliminación.
El viernes, Contraloría abrió juicio fiscal a 21 magistrados y ex magistrados de ese Tribunal, por 70 nombramientos que le han costado al país más de 13 mil millones de pesos en reajustes pensionales injustificados.
Debido a que el Congreso debate el proyecto de Reforma a la Justicia, los primeros en reaccionar sobre si se debería eliminar el CSJ fueron los propios legisladores.
El representante del Polo Germán Navas, uno de los ponentes de la reforma, se mostró en desacuerdo con la eliminación, aclarando que lo que se debe hacer es fortalecer los mecanismos de control para evitar que se repitan casos como el del llamado carrusel de las pensiones.
“Las cosas no se deben eliminar por el comportamiento de sus miembros. Hay que modificarlo (el Consejo) en su estructura y en su formación, pero no acabarlo con el pretexto que se presentó esta situación”, explicó Navas.
Sin embargo, para el senador del Partido Verde Jorge Londoño, no se puede decir que el Tribunal no haya cumplido, “pues ha demostrado algunos hechos muy importantes en la administración judicial, pero ante los escándalos, se debe mirar bien para que el remedio no resulte peor que la enfermedad”.
A su turno, el senador conservador Eduardo Enríquez Maya, coordinador de ponentes de la reforma, calificó las denuncias como “preocupantes” y habló de la necesidad de buscar otras opciones de cara al futuro.
“La Sala de Gobierno, que se piensa crear, debería ser un poco más reducida, conformada sólo por los presidentes de las Cortes”, enfatizó Enríquez Maya.