Bogotá, 15 de enero de 2020. A continuación, se realiza una transcripción del artículo publicado por el diario El Tiempo. El texto y la imagen fueron tomados de su página web.
“En mi país, algo realmente trascendental está ocurriendo”, dijo este miércoles la académica María Emma Wills en el balance de los dos años de la puesta en marcha de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), a la cual la politóloga y experta en conflicto calificó como “un archivo vivo” del pasado y el presente del país.
Con la presencia de miembros de la comunidad internacional y de representantes del Gobierno –Ministra de Justicia, Margarita Cabello; consejero de Derechos Humanos, Francisco Barbosa, entre otros–, así como del Defensor del Pueblo, Carlos Negret, y el procurador, Fernando Carrillo, la JEP rindió cuentas del trabajo que ha desplegado en 28 departamentos del país.
El evento se realizó en el Espacio de Arte y Memoria Fragmentos, donde está el ‘contramomumento’ de la artista Doris Salcedo, hecho con las armas fundidas que entregaron las Farc. Salcedo inició el acto diciendo que el país vive un momento “incierto” en el cual coexisten la “la paz, la guerra –o mejor en plural, las guerras- y el posconflicto”. Y que tanto el arte como la justicia transicional tienen la responsabilidad de “restituir algún sentido al sinsentido en el que se ven sumidas las víctimas”.
La JEP planteó cinco hitos de sus dos años de funcionamiento, comenzando por la centralidad de las víctimas, que han tenido voz a lo largo de las audiencias que se han realizado -82 el año pasado-, y siguiendo por la apertura de los siete casos en curso; también los 249 informes que han recibido de organizaciones sociales y entidades estatales, así como la comparecencia de 12.235 personas y el estudio de la solicitud de sometimiento de 916 terceros y agentes del Estado distintos a la Fuerza Pública; y, finalmente, la existencia de la JEP como una “realidad política, jurídica y ética” del país.
Para Kenneth Burbano, director del Observatorio Constitucional de la Universidad Libre, pese a que la JEP es un “tribunal joven”, muestra un avance significativo. Agregó que con menor oposición y más armonización con otros poderes, las cifras presentadas podrían ser mejores.
No obstante, también dijo que hay que dejar que todas las decisiones surtan su debido proceso, y no presionar que se tomen decisiones judiciales con afán, como podría suceder cuando comiencen a ser juzgados los comparecientes en cada uno de los casos.
Por su parte, el director de la Corporación Excelencia en la Justicia, Hernando Herrera, destacó la adecuación administrativa y la solidez que la JEP tomó en el último año, y citó como ejemplo que pasó el examen de la Contraloría sin hallazgos con incidencia fiscal o disciplinaria.
También resaltó que el número de comparecientes en una señal de confianza y que se han tomado decisiones importantes como el rechazo a Alberto Santofimio y Miguel Maza Márquez por el caso del magnicidio de Luis Carlos Galán.
“Siempre hemos indicado que la JEP no puede ser un lavadero de los crímenes de Pablo Escobar y sus aliados”, dijo Herrera.
No obstante, señaló como un lunar en la gestión de la JEP que se le diera la garantía de no extradición a ‘Jesús Santrich’ porque “esa decisión llevó de por medio el deterioro de una figura tan importante como la extradición. Afortunadamente, la sección de apelación después la revocó”.
Y finalmente, dijo que el gran reto de la JEP sigue siendo cumplir la premisa de que no fue creada para los victimarios, sino para las víctimas, y que serán estas quienes “pueden dar patente de corso y buena nota” cuando se les haya cumplido.
La presidenta de la JEP, Patricia Linares, destacó en su discurso durante el balance que una vez se aprobó la ley estatutaria –tras el debate por las seis objeciones presidenciales–, esa justicia creada para juzgar los crímenes más graves del conflicto se empeñó en “recuperar esos diez meses durante los cuales carecimos de herramientas fundamentales necesarias para el cumplimiento pronto de nuestras funciones”.
Por otro lado, Linares señaló el rearme del grupo disidentes de ‘Iván Márquez’ y ‘Jesús Santrich’ como una de las principales dificultades del año, que sortearon “en el menor tiempo posible” hasta declararlos desertores manifiestos del proceso de paz y expulsarlos de su jurisdicción.
La JEP ha rechazado 52 solicitudes de garantías de no extradición por tratarse de ‘dolados’, y de las que ha estudiado una fue otorgada y otra rechazada.
En este tiempo 229 miembros de la Fuerza Pública y terceros civiles han salido de cárceles gracias a libertades transitorias, condicionadas y anticipadas. Mientras tanto, 127 libertades condicionadas han sido otorgadas a excombatientes de las Farc. A ellos también se les han concedido 817 amnistías.
El evento de balance de gestión de la JEP finalizó con una interpretación de los artistas Andrea Echeverri y César López, quienes usaron una ‘escopetarra’ para cantarle a las víctimas.
“Nuestra tarea apenas se inicia, sentamos las bases, construimos cimientos sólidos, despertamos corazones y conciencias, lo avanzado hasta hoy nos permite decir que paulatinamente contribuiremos a que esa verdad hasta ahora esquiva, esa verdad que también ha sido víctima emergerá para dignificar a las víctimas”, señaló Linares al cierre de su intervención.
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