Colombia no puede asumir una postura permisiva frente al consumo interno de drogas porque ésta incentivaría la oferta.
Así lo señaló el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, ante el segmento de alto nivel del periodo de sesiones de la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas, en Viena, Austria.
Valencia explicó cómo Colombia ha sustentado en “la coherencia, sus políticas en la lucha contra las drogas, la criminalidad, el terrorismo y las amenazas a la salud pública”.
En la versión 52 del encuentro, que cuenta con la asistencia de delegaciones de todo el mundo, Valencia anunció que el Gobierno prepara un conjunto de iniciativas que comprenden la creación de una nueva instancia basada en la aproximación de salud pública, que sin penalizar el consumo desde la perspectiva punitiva tradicional, no permita su liberalización y ni la legalización de la producción y distribución de drogas.
Valencia agregó que “el Gobierno regulará y coordinará con las entidades del sector de la salud la provisión de tratamientos necesarios, y propondrá la eliminación de la dosis personal bajo el respeto de los principios constitucionales, reconociendo que el derecho al libre desarrollo de la personalidad tiene límites en los derechos de los demás y en el respeto del orden jurídico”.
Lo dijo la ONU
La posición del Ministro del Interior coincidió con la de la ONU. Voceros del organismo opinaron que la legalización de las drogas no soluciona el problema del crimen organizado, aunque reconocieron que la violencia que se alimenta con el mercado negro de narcóticos ha causado daños enormes a la comunidad internacional.
“Si miramos el impacto de las drogas en la seguridad, tenemos que reconocer que en los pasados diez años se han producido daños muy considerables”, explicó Antonio María Costa, jefe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd).
Costa inauguró la exposición colombiana de responsabilidad compartida en Viena, iniciativa que consta de 8 cuadros de plantas en vía de extinción, 9 esculturas de aves en peligro así como de 10 mariposas colgantes que tienden a desaparecer como consecuencia de la producción de cocaína y su proceso de elaboración.
El Colombiano / 12 de marzo de 2009