El presidente del Consejo de Estado, Gustavo Gómez Aranguren, afirmó que los micos de la reforma a la justicia le fueron ‘colgados’ en el Congreso de la República en los últimos debates de la iniciativa y no durante su conciliación.
“El proyecto que en abril se registró para debate y aprobación en la Comisión Primera (de la Cámara), era peor que lo que salió el 20 de junio”, señaló.
“De suerte que no nos digan que fueron micos de la Comisión de Conciliación, ya que estaba peor, porque directamente los jueces de las altas Cortes iban a ser procesados en un tribunal de origen netamente parlamentario, en donde se acababa por completo la independencia judicial”, indicó.
Según afirmó el consejero de Estado, todo se debió a un interés de los parlamentarios de evadir la pérdida de investidura “y los controles penales estatuidos en el año 91”.
De otro lado, el presidente del máximo Tribunal de lo Contencioso Administrativo, sostuvo que para resolver todas las demandas contra el Estado, que sumarán más de 900 billones de pesos, se necesitaría detener el país por diez años.