En un proceso en el que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia devolvieran dos veces la terna al considerarlas “inviables” y de que ésta se desintegrara en tres oportunidades, pasaron 16 votaciones sin resultado positivo.
Mientras tanto, la Fiscalía General avanza con el manejo de Mendoza Diago, quien pese a no ser el titular, es visto por analistas como una persona que no ha dejado que el ente acusador se paralice.
Por ejemplo, el jurista Alfredo Beltrán opina que aunque sólo hay un encargado, el país nunca ha estado sin Fiscal General y que muestra de ello son los resultados que se han producido en algunas investigaciones de las que él país esperaba respuesta: “El fiscal ha venido actuando. No se ha podido elegir al titular porque la Corte está en todo su derecho de escoger a la persona más idónea para desempañar el cargo y para ello ha tenido que calificar a los candidatos”.
También insistió en que la elección es una responsabilidad compartida con el Gobierno, pues depende de los candidatos que terne el que la Corte pueda actuar.
Para el ex procurador general Jaime Bernal Cuéllar, en la llamada interinidad de la Fiscalía, Mendoza Diago ha hecho una gestión muy positiva, pero cree que lo que sí ha disminuido es el ritmo de trabajo de quienes están pendientes de la persona que irá a llegar: “Eso genera incertidumbre, inseguridad e inquietudes que no permiten un desarrollo total de las actuaciones por parte de algunos funcionarios”.
Esa posición coincide con la del ex magistrado José Gregorio Hernández quien afirma: “Toda interinidad ocasiona inestabilidad y preocupación en el seno del organismo, por la permanencia o no de muchos de los funcionarios en su lugar de trabajo”.