Bogotá, 9 de enero de 2020. A continuación, se realiza una transcripción del artículo publicado por Ámbito Jurídico. El texto y la imagen fueron tomados de su página web.
El pasado 21 de noviembre, la Corporación Excelencia en la Justicia (CEJ) celebró la octava versión de los Premios Excelencia en la Justicia, en desarrollo de su misión de promover transformaciones tendientes a satisfacer el anhelo colectivo de una pronta y cumplida justicia para todos los colombianos.
La premiación del 2019, realizada en el marco de la segunda cumbre del sector judicial, incluyó nuevas categorías: (i) la buena gestión, entendida como el impacto social; (ii) la incidencia en beneficio al sector justicia y (iii) la excelencia o mayor prestigio de un ejercicio profesional.
Así, en el 2019 fueron entregados 19 premios, con los que se logró visibilizar a los diferentes actores que, a través de su actividad y su rol, impactan el sistema judicial nacional.
Según el director ejecutivo de la corporación, Hernando Herrera Mercado, la finalidad de esta celebración es apoyar y valorar el papel de los operadores de justicia, la academia, las organizaciones no gubernamentales y los demás actores o instituciones que desarrollan iniciativas en la materia.
Ganadores
Cada categoría tiene trazados los criterios que determinan la puntuación, lo que permite definir al ganador dentro de cada una de ellas.
La mejor práctica de gestión en despacho judicial y la mejor práctica en materia de justicia extrajudicial, por ejemplo, comparten parámetros como la relevancia de la iniciativa, la aplicación de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), la relación entre el fin de la práctica y los logros, el resultado alcanzado según el objetivo, la sostenibilidad de la iniciativa, la replicabilidad, la innovación y la relación costo-beneficio.
A su vez, el reconocimiento de la mejor investigación académica en Derecho depende de su innovación jurídica y de su aporte académico, mientras que la mejor acción judicial en la lucha contra la corrupción está determinada por la eficiencia y el reconocimiento de la acción, como mecanismo eficiente en la lucha contra la corrupción.
Ahora bien, de los mejores estudiantes postulados por las facultades de Derecho con acreditación de alta calidad, se elige a quien tenga un promedio mayor a 4.0, no posea sanciones disciplinarias por parte de la universidad y sea reconocido como un líder estudiantil.
Por otra parte, cada una de las altas cortes preseleccionó a tres magistrados de cada corporación como el mejor administrador de justicia. En este caso, los criterios de evaluación, por parte de la CEJ y un jurado técnico, fueron el impacto o relevancia en su magistratura, la aplicación de las TIC, los resultados en el desempeño de su magistratura, la sostenibilidad y la innovación en el manejo de su despacho, el número de ponencias con respecto al número de procesos en cabeza del magistrado, la rigurosidad en la calidad de sus actuaciones y la dignificación de la justicia.
Esas mismas razones determinaron la elección del mejor juez y magistrado de tribunal, de las postulaciones presentadas por el Consejo Superior de la Judicatura.
Finalmente, la Academia Colombiana de Jurisprudencia fue la encargada de presentar las 10 mejores sentencias proferidas por las altas cortes. Las que finalmente fueron seleccionadas como ganadoras se caracterizan por haber generado un alto impacto tras la adopción de la decisión, teniendo en cuenta, además, los criterios de relevancia y rigurosidad argumentativa y jurídica.
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