El exmagistrado Henry Villarraga tendrá que explicar por qué dijo que fue su hijo Fernando (foto) quien le pidió la munición.
El oficial además admitió que buscó al magistrado para contarle su caso y que este lo visitó.
La situación del exmagistrado Henry Villarraga, quien renunció el sábado a su cargo en el Consejo Superior de la Judicatura por un presunto favorecimiento a un coronel del Ejército que él investigaba, se sigue enredando.
En entrevista con EL TIEMPO, Villarraga aseguró que su hijo Fernando visitó al oficial Róbinson González del Río –preso por ‘falsos positivos’– para pedirle ayuda con la libreta militar y para conseguir dos cajas de munición para escopeta.
Este domingo en la noche, a través de su defensa, el coronel Róbinson González aseguró que fue el propio magistrado quien le pidió averiguar por las municiones y no su hijo.
“El magistrado me llamó y me preguntó que si ya las tenía y le dije que sí. Y cuando el hijo vino a visitarme le expliqué cuál era el trámite en Indumil y que las podían comprar si tenían el salvoconducto. No les pedí ni recibí dinero por esa gestión y, por obvias razones, tampoco manejo munición”, explicó el oficial, quien también admitió que buscó a Villarraga para contarle su caso y que este lo visitó y llamó.
Pero aún hay varios interrogantes sobre ese episodio: ¿Por qué el exmagistrado dijo que fue su hijo Fernando quien gestionó la munición? ¿Por qué manifestó que no sabía si esta era legal e insistió en que pagaron por ella?
Este domingo, Noticias Uno –medio que reveló las grabaciones de la Fiscalía que terminaron tumbando a Villarraga– publicó apartes en donde se habla de la compra de las balas y se escucha al exmagistrado preguntando por las cajas.
¿Quién lo reemplaza?
Por ahora, lo único claro es que la renuncia de Villarraga no lo exime de responsabilidad y que, además de la investigación en su contra por su clara cercanía con el coronel investigado, la otra prioridad es nombrar a su reemplazo.
Horas después de conocerse su dimisión, el presidente de la Judicatura, Pedro Alonso Sanabria, salió a pedirle al presidente Juan Manuel Santos que conforme una terna con un funcionario de carrera proveniente de la jurisdicción ordinaria, otro de la contenciosa administrativa y otro de la Fiscalía General.
La terna para ser magistrado de la Judicatura es presentada por el Presidente y votada por el Congreso, por lo que los expertos la consideran demasiado politizada.
“El presidente Santos la tiene difícil porque existe la amenaza de borrar la Judicatura y será complicado que personas prestantes acepten este cargo; claro que en el camino puede encontrarse con gente valerosa que lo aceptaría para relegitimar la justicia”, dijo Gloria Borrero, cabeza de la Corporación Excelencia para la Justicia.
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