10 de abril de 2019 –
A continuación, se realiza una transcripción del artículo publicada por La República. Todo el texto y las imágenes fueron tomadas de su página web.
Los problemas en las comunidades son, como en toda pequeña sociedad, situaciones de convivencia y baja complejidad, derivadas de desacuerdos, hurtos menores, desavenencias de pareja, conflictos por linderos y riñas, en su mayoría, por efectos del alcohol y desamores. Todos relativamente sencillos pero tienden a complicarse por no tener acceso a una justicia cercana y ágil para propiciar acuerdos en derecho; brecha utilizada en algunas regiones por los grupos ilegales para impartir su propia justicia en los territorios.
Como una forma de facilitar el acceso a la justicia, tener la presencia del portafolio social del Estado y deslegitimar a los grupos ilegales que administraban justicia a su antojo se crearon las Casas de Justicia en 1995 por iniciativa del Ministerio de Justicia. Son espacios descentralizados e interinstitucionales para acercar la justicia a la comunidad, cuentan con una infraestructura física con servicios de información, orientación y de resolución de conflictos, donde se aplican y ejecutan mecanismos de justicia formal y no formal de atención integral con presencia de un juez promiscuo, un inspector de policía, una oficina del Icbf, y localizadas en comunidades de alta vulnerabilidad y violencia.
Las primeras Casas de Justicia que se hicieron fueron en Bogotá, con la implementación de la primera Casa de Justicia ubicada en Ciudad Bolívar, poco tiempo después en Aguablanca – Cali, posteriormente en Ibagué, con la Universidad de Ibague, y la de Neiva que la lideramos desde la empresa privada (Shell – Hocol), con el apoyo de la Corporación Excelencia en la Justicia y el Ministerio de Justicia en cabeza de Carlos Eduardo Medellín y Ángela María Vélez.
En la actualidad hay aproximadamente 149 Casas de la Justicia ubicadas en toda la geografía de Colombia. Importante resaltar que la administración oportuna de justicia y la presencia del Estado son la forma más eficiente de prevención del delito, la presencia de grupos ilegales y la llegada de la inversión pública y privada.
En el ejercicio del derecho privado referido a comercio y la industria también hay una herramienta poderosa que ha impulsado la Cámara de Comercio de Bogotá y es el recurso para resolver de forma directa, por fuera de la congestión, lentitud y otros problemas asociados a los juzgados, es la conciliación extrajudicial y el arbitraje que se pueden hacer en los Centros de Arbitraje que hay en todas las ciudades.
La modalidad de conciliación extrajudicial y el arbitraje cumple con la oportunidad y la celeridad pero también con la confidencialidad. Adicionalmente, son notables las economías en tiempo y dinero, además de la imparcialidad y equidad gracias a la especialidad y profesionalismo de los árbitros.
Personalmente creo en los mecanismos alternativos de solución de conflictos debido a que generan una gran ganancia en equidad, oportunidad y recursos. Así mismo, aportan a la convivencia, la tranquilidad y la seguridad.
Para mayo, el Ministerio de Justicia y del Derecho en todos los centros de conciliación como son las Cámaras de Comercio, Casas de Justicia, Notarías, Inspecciones de Trabajo, Inspecciones de Policía, Comisarías de Familia, Centros de Conciliación, etc., tiene programado una jornada gratuita de conciliaciones para arreglar asuntos pendientes, diferencias sin necesidad de ir a juzgados.
Consulte la noticia completa en: https://www.larepublica.co/analisis/ramiro-santa-513971/alternativas-de-justicia-oportuna-2850008