Así lo aseguró el ministro del Interior, Federico Renjifo, quien dijo que ya no es momento de “seguir llorando sobre la leche derramada”.
El Gobierno Nacional hizo nuevas reflexiones acerca del hundimiento de una reforma a la justicia que estaba plagada de ‘micos’.
El ministro del Interior, Federico Renjifo, dijo que “la reforma nos dejó una gran lección a todos y debemos aprender de ella”.
“Todos hemos asumido las responsabilidades que nos corresponden por el desafortunado desenlace de esta iniciativa. Parte del gobierno, el Ministro Esguerra ha asumido de una manera digna la responsabilidad política por estos hechos (…) decía un escritor que ‘hay cierto grado de satisfacción cuando se tiene el valor de admitir errores, porque ayuda a resolver el problema creado por el error'”, aseguró.
Y continuó: “en el Gobierno tomamos cartas en el asunto, entendiendo que el texto que salió de la Comisión de Conciliación amenazaba con generar un daño muy serio a nuestra institucionalidad, causando caos en la administración de justicia”.
Para el Gobierno a lo largo de los ocho debates en el Congreso, hubo un natural intercambio de ideas entre el Gobierno y los legisladores “que se llevaron a cabo con normalidad”.
Sin embargo, a la hora de la conciliación, se incluyeron y se modificaron textos en apartes donde no podían hacer eso, porque esos mismos apartes habían sido aprobados de manera idéntica en Cámara y Senado – con un agravante: “los nuevos textos alteraban el sentido y el espíritu de lo que queríamos con la reforma”.
“Cuando el presidente Santos, que se encontraba en Brasil, conoció de esos cambios y dimensionó sus graves implicaciones, no dudó en objetar el acto legislativo, con mano firme, entendiendo su responsabilidad como Jefe de Estado y defendiendo la integridad de nuestra valiosa Constitución”, explicó.
“Este mismo rechazo tuvo la gran mayoría de congresistas que, como es usual, en la mecánica del Congreso delegan en la Comisión de Conciliación la redacción final de los textos, obrando de buena fe”, sostuvo.
Según Renjifo, el Congreso atendió la convocatoria que se hizo para archivar la reforma, “decisión que no tuvo un solo voto en contra en ninguna de las cámaras”.
“El Congreso y el Gobierno supimos también atender ese llamado ciudadano y creo que los mismos colombianos merecen un aplauso de felicitación por haber protestado a tiempo y por haber exigido, vehementemente, que actuáramos para preservar nuestro Estado de Derecho”, aseguró.
“La institucionalidad le respondió al país y cada rama del poder público hizo lo que debía hacer”, agregó.