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Mientras el pulso por la terna para Fiscal sigue, a la Corte le sirve el encargo del vicefiscal Fernando Pareja

La Fiscalía General completó esta semana tres meses en encargo, tiempo en que el pulso entre el Presidente y la Corte Suprema ha seguido escalando. Y si bien pareciera que la Corte se está quedando sola después de la andanada de Uribe y las críticas de algunos políticos y periodistas, lo cierto es que en esta pelea el tiempo corre a favor de la Corte Suprema de Justicia. ¿La razón? La Corte ya tiene su fiscal idóneo en la Fiscalía: el vicefiscal encargado, Fernando Pareja Reinemer, que viene de la Rama Judicial, es penalista y está moviendo varios procesos adversos a los intereses del Gobierno.

Fernando Pareja tiene 47 años, es abogado de la Universidad de Cartagena y tiene experiencia en derecho público y derecho penal. De hecho, es magistrado de la sala penal del Tribunal Superior de Bogotá. Para asumir como Vicefiscal encargado, la Sala Plena de la Corte Suprema le concedió una licencia. La misma sala que le ha dicho al presidente Uribe que la terna que presentó para Fiscal General es inviable (ver historia).

Desde que asumió el encargo el 14 de agosto pasado, Pareja empezó a mover varios procesos: reabrió la investigación contra ‘Pacho' Santos por posibles vínculos con grupos paramilitares; anunció la indagatoria a José Miguel Narváez, ex subdirector del DAS, por el asesinato del humorista Jaime Garzón; y confirmó el llamado a juicio de Carlos García, del partido de La U, y la detención de Juan Carlos Martínez Sinisterra, de Convergencia Ciudadana, ambos senadores vinculados a la parapolítica.

Adicionalmente, en los próximos días tomará decisiones en procesos que tocan la entraña de Palacio: la participación de Sabas Pretelt en la Yidis-política; la responsabilidad del secretario general de la Presidencia Bernardo Moreno en el episodio de las ‘chuzadas', y el caso del hijo del presidente, Tomás Uribe, por las zonas francas en Mosquera.

¿Por qué tiene tanto poder el Vicefiscal? Porque además de reemplazar al Fiscal en sus ausencias, actúa como segunda instancia de varias decisiones de la Fiscalía, entre ellas las de algunos procesos de las fiscalías delegadas ante la Corte Suprema.
Así, por ejemplo, el Vicefiscal interviene en los procesos de la parapolítica de los congresistas que renunciaron a su fuero y cuyas investigaciones no han sido remitidas de vuelta a la Corte Suprema después de que ésta cambió su jurisprudencia hace unos meses.

"Fernando Pareja es una persona independiente y honorable", le dijo a La Silla Vacía el ex vicefiscal general Adolfo Salamanca. El ex procurador Jaime Bernal Cuéllar añadió que conoce su amplia trayectoria como magistrado. En términos similares se refirieron a él otros abogados cercanos a la Corte y un fiscal de la propia entidad.

Un par de fuentes consultadas por La Silla Vacía que no quisieron identificarse, afirmaron que, más allá de su idoneidad, Pareja no podría estar tomando todas estas decisiones sin el respaldo de la Corte Suprema. Aunque no suministraron evidencia concreta de ello, dijeron que se trata de procesos con hondas repercusiones políticas, en medio de una interinidad sin antecedentes y en un clima de polarización entre el Ejecutivo y el Judicial. Y si bien no se puede concluir que es una cuota del tribunal, señalan que es cercano al magistrado Francisco Javier Ricaurte, cartagenero al igual que Pareja.

Precisamente por venir de afuera, su nombramiento generó algún malestar en la Fiscalía, concretamente a quienes estaban esperando esa ‘palomita'. No obstante, para varios fiscales delegados fue una buena noticia: si alguno de ellos hubiera sido nombrado Vicefiscal, habría tenido que declararse impedido en varias oportunidades, ya que no habría podido entrar a revisar sus propias decisiones.

Salamanca considera que más allá del lío de la terna, Pareja tiene que cumplir con su trabajo. "No lo llevaron a ese puesto a dormir", dice. Considera además que tiene todas las facultades para tomar las decisiones que está tomando, así esté como encargado.

Independientemente del tiempo que dure la pelea por la elección del sucesor de Mario Iguarán, los procesos seguirán su marcha para bien o para mal. A diferencia de lo que algunos piensan, la Fiscalía no está paralizada.

Y en ese contexto, la cólera del presidente Uribe del sábado pasado contra la Corte Suprema sería apenas obvia. Mientras el tribunal dobla la apuesta, tiene su fiscal adentro y se niega a votar la terna, pasan los días sin que llegue un alfil del Presidente al búnker.

La Silla Vacia / 05 de noviembre de 2009