Nación Juan Ángel Palacio se defiende de la acusación por soborno, se refiere a sus conversaciones grabadas y afirma que la Presidencia le pidió que siga hasta el final.
El aspirante a fiscal Juan Ángel Palacio ha pasado los últimos días soportando la tormenta que ha producido la revelación de sus conversaciones telefónicas. Aquí, rompe el ayuno de palabras. Es la última vez, dice, que habla con la prensa en tanto la Corte Suprema de Justicia decide el futuro de la Fiscalía.
Gustavo Gómez.: ¿Cuál es el origen de las grabaciones?
Juan Ángel Palacio.: Una investigación que adelantó la Fiscalía, en la que se tomó la decisión de interceptar mi línea telefónica desde septiembre de 2008 hasta marzo de 2009. Esas grabaciones deberían ser secretas, parte del sumario.
G.G.: ¿Es la misma investigación por la denuncia del magistrado auxiliar Hugo Marín, quien asegura que usted lo sobornó?
J.A.P.: Sí. En la investigación se interceptaron teléfonos, se recibieron versiones y entiendo que se hicieron inspecciones.
G.G.: ¿Sigue sosteniendo que se enteró por 'La W'?
J.Á.P.: Claro, hasta ese día no conocía ni la investigación ni las interceptaciones que, entre otras, tuvieron que llegar a La W y a SEMANA por la conducta ilícita de alguien que rompió la cadena de custodia de un expediente que nunca conocí, pues no estuve vinculado al proceso. La Fiscalía encontró que no había cometido ninguna conducta delictiva, así que jamás se dio una indagatoria. Lo único que logré conseguir fue la copia de la resolución en la que se archiva el expediente.
G.G.: ¿Sabe de otra investigación?
J.Á.P.: Puede existir en la Comisión de Acusaciones, en donde las hay contra la mayoría de los magistrados.
G.G.: Volvamos a la primera grabación. ¿Qué tan cercano era usted a Hugo Marín?
J.Á.P.: Tuvimos contacto académico, intercambiamos libros y hablamos de trabajo, de un problema sobre concesión que iba a resolver. Le dije que me parecía importante que hubiera un buen pronunciamiento sobre concesiones.
G.G.: ¿Hablaban sobre la concesión de El Campín?
J.Á.P.: Me expresó que era un caso importante de concesión contra el Distrito. Posteriormente, él me devuelve una llamada y con naturalidad le pregunto si ya falló el asunto, y es él quien pregunta si lo de El Campín.
G.G.: ¿Para qué lo llamó, si no eran amigos?
J.Á.P.: Estaba interesado en la decisión, pues en ese momento tenía el estudio del proyecto de la megaconcesión suroccidente y era clave saber qué estaba pensando el Consejo de Estado.
G.G.: ¿El concejal Hipólito Moreno le pidió que le facilitara las cosas en un proceso por pérdida de investidura?
J.Á.P.: No. Moreno lo que hace es buscarme cuando me retiro del Consejo para asesoría jurídica que nada tiene que ver con lo de la investidura.
G.G.: ¿Por qué Moreno, según 'Cambio', le dice "estoy en sus manos"?
J.Á.P.: Se refiere a otro asunto que por razones de reserva profesional no puedo comentar.
G.G.: ¿Quién es el Álvaro al que usted le pide que interceda por una sobrina para que la emplee el Contralor?
J.Á.P.: Envié una hoja de vida para que se estudiaran las calidades de ella y llamaba a un amigo que trabaja en la Contraloría a ver si esa evaluación se había dado. No tenía interés en incidir en ese nombramiento.
G.G.: ¿Respaldó la intención de Turbay de ser contralor?
J.Á.P.: Siempre lo tuvimos como uno de los mejores aspirantes.
G.G.: ¿Y quién es el Alfonso al que usted le pide en otra grabación que le revele un fallo y al que le promete "salir favorecido"?
J.Á.P.: Un amigo del Consejo de Estado y lo que usted cita es una descontextualización: lo que quiero decir es que, si me cuenta, se favorece nuestra amistad. Preguntar por un expediente o por una decisión no esta prohibido por la ley.
G.G.: ¿Cuál es el apellido de Alfonso?
J.Á.P.: No lo recuerdo.
G.G.: ¿La Gobernación de Boyacá le pagó 60 millones por una asesoría?
J.Á.P.: Emití un concepto sobre una concesión y la Gobernación me pagó 15 millones de pesos más IVA.
G.G.: En otra de las grabaciones conversa con el abogado Delio Gómez, quien le propone influir en la decisión de un consejero para que resulte favorecida Coltabaco. ¿Era lo que le pedía Gómez?
J. Á.P.: No, fue una conversación amistosa de dos ex consejeros. Lo que él manifestaba era la preocupación de que se diera una decisión en la que se contradijera el Consejo de Estado frente al mismo actor por los mismos hechos.
G.G.: Gómez dijo que no le pagó, pero en la grabación se sugiere que habrá una compensación para usted. ¿Cómo lo explica?
J. Á.P.: No me ofrece nada ni volvemos a conversar después de ese día. La expresión "cómo es el asunto", que algunos entienden como propuesta de pago, significa que me explique lo de los hechos que generan la contradicción. Coltabaco sostiene que nunca se autorizó que me contactaran o me pagaran.
G.G.: ¿Cuántas asesorías o procesos relacionados con casos que se lleven en el Consejo de Estado ha adelantado como independiente?
J.Á.P.: Ninguno, porque no puedo ejercer en nada que tenga que ver con la corporación sino un año después de haberme desvinculado y apenas acabo de completarlo. Otra cosa son las asesorías externas.
G.G.: ¿Le molestó que la Corte no oyera sus explicaciones?
J.Á.P.: La Corte decidió que esa no era la instancia para escuchar mis razones, y por eso es que estoy hablando con SEMANA: no quería violentar a la Corte, que ha sido ejemplar en el manejo de esta selección.
G.G.: ¿Teme que se revelen más grabaciones?
J.Á.P.: Todo lo contrario: que las saquen todas para que el país conozca mi vida.
G.G.: ¿Usted quiso ser Procurador?
J.Á.P.: Estuve sonando.
G.G.: Una interceptación lo muestra refiriéndose al procurador Ordóñez de manera poco amable. ¿Tienen una mala relación?
J.Á.P.: Fuimos adversarios por la presidencia del Consejo, pero el manejo de lo personal ha sido bueno.
G.G.: ¿Entonces por qué usted comentaba que Ordóñez agredió al pretendiente de una hija?
J.Á.P.: Fue la expresión de una opinión personal.
G.G.: Antes de ser incluido en la terna, ¿habló con Mario Iguarán?
J.Á.P.: Vine a hablar con Iguarán el día en que me hicieron el escándalo en La W, porque me fui a pedir copia de la resolución.
G.G.: ¿Realmente quién lo metió en la terna?
J.Á.P.: Valencia Cossio tenía la misión de hablar conmigo para incluirme. Dije que no, pero me convenció con el cuento de que era un deber patrio y quedé embarcado.
G.G.: ¿Palacio le ha manifestado su disgusto por este episodio?
J.Á.P.: La Casa de Nariño ha tenido oportunidad de analizar la situación y entienden que lo de la Fiscalía es un hecho investigado y archivado.
G.G.: ¿Quieren que usted continúe en la terna?
J.Á.P.: Me han dicho que continúe y el ministro Valencia me apoya.
G.G.: ¿Se mantiene firme?
J.Á.P.: Sí, por mi obligación con el país, por mi familia y por mi dignidad.
G.G.: ¿Sabe lo que se le viene encima si llega a ser elegido?
J.Á.P.: Seré el mejor Fiscal que haya tenido este país.
Semana / 02 de agosto de 2009