El presidente de la Corte Suprema, Augusto Ibañez, definió que hasta que escojan al nuevo Fiscal General, el vicefiscal Guillermo Mendoza Diago asumirá el cargo como fiscal encargado.

Claramente, la Corte no sabe qué hacer con una terna que ha sido cuestionada por su cercanía al Gobierno, por su ignorancia en temas penales y porque uno de ellos está cuestionado por un supuesto soborno, el otro por una supuesta cercanía a Víctor Carranza y la otra por no estar calificada. ¿Qué salidas tiene la Corte? ¿La debe devolver? ¿Puede?

La Silla Vacia / 31 de julio de 2009