UNOS 800.000 PROCESOS del nuevo sistema penal acusatorio y entre 180.000 y 200.000 del sistema escrito están acumulados. El sucesor del fiscal Mario Iguarán, tendrá que tomar medidas rápido para evitar un colapso.
Evitar el colapso del nuevo sistema penal acusatorio (sistema oral), será a juicio de varios analistas el principal reto que deberá enfrentar el sucesor del fiscal general, Mario Iguarán.
El penalista Jaime Granados -reconocido como el padre del sistema oral- advirtió que "hay problemas de gestión que requieren inminentes ajustes de tipo gerencial para evitar el atascamiento del 92 por ciento de las indagaciones".
La importancia de este tema radica en el número de procesos que, dependiendo de las estrategias adoptadas, pueden llegar a archivarse y que fácilmente supera los 800.000 expedientes.
A este preocupante panorama se suman entre 180.000 y 200.000 casos del antiguo sistema (escrito) que están pendientes. Esos procesos tienen que culminarse porque las dilaciones están afectando la administración de justicia.
El lío de Justicia y Paz
Como si esto fuera poco, otro de los escollos será la culminación de los procesos de Justicia y Paz.
"Es bien sabido que sólo un caso de los tres mil postulados, ha culminado. (...)"Todavía hay mucha verdad que no se conoce, mucha justicia que falta y mucha reparación por producirse", dijo Granados.
Iván Cepeda, dirigente del movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado -quien apoyó la petición para que la terna a Fiscal elaborada por el presidente Álvaro Uribe fuera devuelta por la Corte Suprema y hasta que el Primer Mandatario se inhibiera para elaborarla- advirtió que viene una etapa crítica para la aplicación de justicia.
Recordó que en este momento la comunidad internacional y la Corte Penal Internacional (CPI) tienen puestos sus ojos para determinar si en el país hay justicia, "de eso penderá su posible intervención".
Pero estos no son los únicos procesos grandes en la mira internacional. Está el caso de la masacre de la comunidad de paz de San José de Apartadó, el esclarecimiento de varios magnicidios y el exterminio de la Unión Patriótica.
Para el analista político Rafael Nieto Loaiza, este es un momento coyuntural y sea quien sea el elegido deberá rodearse muy bien, más si se tiene en cuenta que el nuevo sistema penal acusatorio está pasando por un momento difícil.
Indicó que Juan Ángel Palacio, en su concepto, es el más opcionado, aunque tampoco se puede desconocer que Camilo Ospina tiene buenas posibilidades.
Demostrar independencia
Entre las críticas que han surgido en la búsqueda del sucesor de Iguarán Arana está la idoneidad de los candidatos, que ha sido cuestionada porque ninguno de ellos es penalista.
Un obstáculo que, para tanto para analistas como para los mismos aspirantes, se puede solucionar con estudio y una buena asesoría.
"La Constitución le dio el poder al Presidente para elaborar la terna, hay que confiar en su criterio. Ahora la Corte Suprema de Justicia será la que analice la idoneidad de los candidatos y decida", señaló Jaime Granados.
El otro punto de discusión es la independencia, pues se dice que los ternados son cercanos al Presidente y en la gaveta que deja Iguarán quedan procesos trascendentales que involucran a personas cercanas al mandatario.
Para Cepeda, es latente el temor a que el nuevo Fiscal reverse algunas de las decisiones que tomó Iguarán. El mejor examen serán tres procesos que quedan pendientes: los que se adelantan contra el ex senador Mario Uribe y el general (r) Rito Alejo del Río; y el ex subdirector del DAS José Miguel Narváez, por sus presuntos vínculos con paramilitares.
El Colombiano / 13 de julio de 2009