Por: William Calderón
Carameleo. Esta es una verdad de a puño: al ex magistrado Rodrigo Escobar Gil le faltaron al respeto, de frente, en la Casa de Nariño.
Varios amigos le pidieron que aceptara la inclusión de su nombre en la terna para elegir nuevo fiscal general.
El siempre dijo que no, entre otras cosas, porque recientemente fue elegido magistrado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Oea y es amigo del alma del ex ministro Camilo Ospina Bernal, el más fuerte aspirante a suceder a Mario Iguarán Arana.
Toma y dame. Sin embargo, el viernes pasado llamaron de Palacio a Escobar Gil para pedirle que permitiera que su nombre fuera tenido en cuenta en la terna.
Escobar dijo que no, por las razones antes comentadas, pero al final dijo que sí, pues se trataba de una petición hecha expresamente por el presidente Uribe.
El oso del año. Pero como en la Casa de Nariño manda todo el mundo, apareció un abogado que empezó con el cuento de que el ex magistrado había ido donde Jorge 40 a abogar por su esposa secuestrada.
Al final, consiguió su objetivo: Escobar quedó por fuera de la terna. Uribe, como para variar, dejó solo a uno de sus más incondicionales amigos: Rodrigo Escobar Gil, quien para los que lo aprecian está calificando para resultar merecedor del «oso del año».
Operado dos veces. Colegas del jurista defraudado le recordaron a La Barca que ya el mismo Uribe se había burlado de él cuando aspiró a ser candidato ala Procuraduría.
Y eso que Escobar fue quien le jalonó la aprobación de su primera reelección, en la Corte Constitucional.
Lo propio le pasó a la ex Magistrada Clara Inés Vargas (fundamental en la primera reelección quien desecho una embajada), en días pasados la vieron conversando animadamente con el jefe de personal de Palacio Bernardo Moreno Villegas.
El Informador / 13 de julio de 2009