Con sólo cuatro meses en Colombia y una estadía de casi 15 años en Francia, con esporádicas visitas al país, el magistrado elegido de la Corte Constitucional habló acerca de lo que le espera 2009, cuando reemplace al magistrado Jaime Araújo Rentería.

"Yo me defino como una persona académica". Así arrancó un diálogo franco y amable con un valluno a quien su estadía en Francia no logró opacarle la cadencia en el hablado, ni silenciar el característico ‘ve' de la "Sucursal del cielo".

Profesor en ocho universidades europeas, entre las que están el Instituto de Altos Estudios de América Latina de París y Montpelier (Francia) y León y Salamanca (España), entre otras, Henao se perfila como uno de los magistrados que mayor liberalidad le dará al máximo tribunal constitucional colombiano.

"Hace cuatro meses retorné a Colombia, no tenía pensado esto de ser magistrado de la Corte Constitucional", sostiene.

- ¿Qué piensa usted de que la tutela pueda tumbar sentencias de cortes como la Suprema de Justicia y del Consejo de Estado?

Yo defiendo la tutela contra providencias judiciales porque creo que es una garantía. Así lo manifesté en la plenaria del Consejo de Estado, cuando me presenté. Lo que debe suceder es que se limen las asperezas entre las altas cortes, para así disminuir los choques de trenes.

- Recientemente la Corte Constitucional cambió su reglamento para que las tutelas contra providencias sean revisadas por los nueve magistrados y no por tres, como se venía dando. ¿Esa es la solución a los ‘choques de trenes'?

Aunque no conozco a fondo la medida considero que es muy útil. Es una garantía más para tratar de frenar los ‘choques de trenes', pues sería la plenaria de la Corte la que estaría revisando los fallos de otras cortes.

- ¿Cómo vio usted la frustrada reforma a la justicia?

La verdad, no la conocí. Acabo de llegar al país y hay muchas cosas que no conozco a fondo, como para poder dar una respuesta.

- ¿Qué es para usted la Corte Constitucional?

Es una de las instituciones públicas más importantes que tiene el país, la que respeto mucho. Se ha ganado una legitimidad importante. Ha acercado mucho de cara a los derechos de la gente. De lo que se trata es que la Corte siga con las labores acertadas.

- ¿Qué piensa un académico como usted de las múltiples reformas de las que ha sido víctima la Constitución Política, con tan sólo 17 años de vida?

La Constitución no hay que estarla reformando tan continuamente. Los colombianos tenemos una Constitución muy joven (de 1991) de la cual, por demás, me declaro defensor acérrimo. Considero que es una Constitución que le hizo mucho bien al país, que amplió el catálogo de derechos a los ciudadanos y en esa medida las reformas deben ser puntuales y no coyunturales.

- ¿En los 17 años de la Corte Constitucional como la ve, debe cambiarse algo?

La evaluación es muy positiva. Respaldo lo que ha hecho y el nombre que se ha ganado. La Corte es un organismo muy importante para el país pues desde allí se renueva el discurso de los derechos humanos, de la progresividad de los derechos sociales, de los principios sociales, los mismos que deben seguirse estructurando.

- El magistrado Jaime Araújo, a quien usted reemplazará, ha exigido sin éxito que las salas plenas de la Corte sean públicas, ¿Estaría usted de acuerdo con eso?

No sé, eso es algo que se debe discutir al interior de la Corporación y uno no puede llegar con un prejuicio. En tal sentido, cualquier magistrado debe tener una mentalidad de consenso y debe tener en cuenta que cualquier tipo de decisión debe darse a través del diálogo.

- Mucho se ha dicho por la posible presencia de políticos o amigos del Gobierno en cargos de magistrados, ¿qué piensa de eso?

Las Altas Cortes deben ser ocupadas por gente con formación académica y jurídica, por gente que tenga experiencia en la Rama Judicial

- ¿La presencia de políticos en estos cargos es un riesgo para la independencia de la Rama Judicial?

Eso no debe ser necesariamente una regla de tres o una conclusión siempre. En Europa hay tribunales constitucionales compuestos por ex presidentes de la República. Pero lo que sí debe primar es la formación académica y la experiencia, bien sea en la Rama o en el ejercicio de la profesión.

- La tutelitis, los desplazados, la salud y los derechos de las parejas del mismo sexo, son algunos de los temas recurrentes que deberá capotear como magistrado, ¿qué piensa al respecto?

Estoy de acuerdo con lo que ha hecho la Corte en estos temas. Uno de los mandatos de la Constitución es el pluralismo, la libertad de cultos y la Corte debe ser una garante de ese tipo de derechos. Y como usted mismo lo dice, tendré que capotear, no le digo más.

- Muchos desplazados han visto al magistrado Manuel José Cepeda como abanderado en ese tema y creen que los avances se verán afectados con su salida, ¿qué les dice usted?.

Cuando uno llega a una Corte debe respetar la tradición de lo que se ha hecho, más aún cuando es positiva y democrática. En esa medida la Corte va a tener una continuidad de afianzamiento de los derechos.

- ¿Mucho se ha hablado de que con la llegada de los nuevos seis magistrados se va a dar un retroceso en la Corte?

La Corte no va a sufrir un retroceso. Por lo que he conocido de los nuevos compañeros, puedo decir que la Corte va a seguir con su proyección histórica. El cambio no va a borrar lo que ha hecho la Corte.

- ¿Su familia es consciente del ‘chicharrón' en el que se metió y del poco tiempo que tendrá para ellos?

Tengo una vida muy sencilla, familiar y casera, que trataré se altere lo menos posible. Este es un trabajo como cualquier otro, con importantes responsabilidades.

- Como dicen ustedes los jueces, ¿algo que quiera agregar?

Lo que sí puedo decirle al país es que soy una persona independiente que no llega con ataduras de ninguna índole.

TEMORES

Con la elección de magistrados como Juan Carlos Henao, los temores generados en muchos sectores por la salida de seis de los nueve magistrados de la Corte Constitucional parecieran disiparse. Cuatro de sus integrantes ya han sido elegidos que corresponden a personas reconocidas por ser académicos, juristas y ex magistrados.

La República / 19 de diciembre de 2008