Francisco Ricaurte, hijo de un dirigente del Partido Conservador en Cartagena,ascendió hasta la Corte Suprema en apenas 14 años.
¿Cómo llega usted de un juzgado de Cartagena a ser magistrado de la Sala Laboral de la Corte Suprema? ¿Por concurso?
En mis 32 años de carrera, he presentado tres concursos. Concursé para ser juez civil municipal, para ser juez laboral y luego, para ser magistrado de tribunal. Siendo juez laboral me eligieron como el mejor juez del Distrito Judicial de Cartagena, y eso me dio derecho a una beca, en virtud de la cual hice una especialización en la Universidad Javeriana. Ahí conocí al doctor Germán Valdez, mi profesor, quien, terminados los estudios de especialización, me ofreció el cargo de magistrado auxiliar.
Luego es elegido magistrado titular. Se dice que con usted a la cabeza se crea dentro de la Corte un bando muy poderoso que impuso el escogimiento como magistrado del actual presidente, el doctor Luis Gabriel Miranda, a quien usted promovió como magistrado auxiliar. ¿Es leyenda o realidad que usted sentenció: "Aquí no volverá a haber elecciones hasta que elijan a Miranda"? Y lo cumplió. ¡Llegaron a represarse cinco vacantes de magistrados y la elección del Fiscal General durante año y medio!
Qué bueno que me haga esa pregunta porque sobre eso hay muchas, muchas especulaciones. Nunca dije lo que usted menciona sobre el doctor Miranda. La elección del Fiscal General de la Nación la bloqueó un grupo conformado por seis magistrados que hicieron un pacto de no votar por ningún candidato de la terna del presidente Uribe. La mayoría de la Corte en ese entonces, 14 magistrados, votamos por la terna, y la doctora Margarita Cabello alcanzó a sacar 14 votos. Pero el bloque de seis magistrados, inspirado en bajas pasiones e intereses políticos, logró bloquear la elección de Fiscal durante un año y medio.
Hasta que llegó la mágica noche de diciembre del 2010 en la cual se nombraron cinco magistrados y a la fiscal Viviane Morales, con menos votos de los que antes había obtenido la doctora Margarita Cabello. ¡Y eso lo hicieron cambiando el reglamento de la Corte!
Fue esa noche cuando ese grupo de seis magistrados, que era una minoría que ni decidía ni dejaba decidir, repentinamente aceptó nuestra fórmula. Es más, se hizo célebre la manifestación de uno de ellos, de que él "aceptaba esa tesis solamente por una vez".