El sistema eleccionario en las Cortes se ha convertido en un cuello de botella porque llenar una vacante que se produce por la finalización del periodo de un magistrado o por su renuncia, no toma menos de seis meses.

Esta situación ha llegado al punto que al día de hoy, solo el Consejo Superior de la Judicatura funciona con todos sus magistrados titulares, en tanto que hay vacantes sin llenar en la Corte Suprema de Justicia, la Corte Constitucional y el Consejo de Estado.

Esta situación se explicaría en que el sistema de votación en las altas Cortes exige para la mayoría de decisiones una mayoría calificada, que contrastada con un alto número de magistrados, como es natural dificulta llegar a un consenso en cuanto a un nombre, para el caso de una elección.

Pero tampoco para nadie es un secreto que en las demoras que se vienen presentando en el proceso eleccionario en las Cortes también tiene que ver la puja entre las corrientes conservadoras y liberales, e incluso de centro que allí hacen presencia, pues cada sector busca acomodar a uno de los suyos.

Sin embargo hay que anotar que el sistema eleccionario del Consejo Superior de la Judicatura y de la Corte Constitucional es diferente comparado con el Consejo de Estado y la Corte Suprema de Justicia, no está en sus manos la elección de sus integrantes.

En el caso del Consejo de la Judicatura, tres integrantes de su Sala Administrativa son elegidos por el Consejo de Estado, dos son elegidos por la Corte Suprema de Justicia y uno por la Corte Constitucional.

En tanto que los siete magistrados de la Sala Disciplinaria del Consejo de la Judicatura son elegidos por el Congreso de la República de ternas enviadas por el Presidente de la República.

Mientras que los magistrados de la Corte Constitucional son elegidos por el Senado de la República, de ternas que le presentan tres el Presidente de la República, tres la Corte Suprema de Justicia y tres el Consejo de Estado...

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Fuente: El Nuevo Siglo