Jorge A. Otálora, nuevo defensor

Con 126 votos, la Cámara de Representantes eligió al exvicefiscal y exmagistrado de la Judicatura como sucesor de Vólmar Pérez.

Se sabía que antes de que la Plenaria de la Cámara de Representantes escuchara las propuestas de cada uno de los tres candidatos a ocupar el cargo de defensor del Pueblo, los votos ya estaban marcados. Y así fue, las mayorías se inclinaron por Jorge Armando Otálora de manera contundente: 126 de los 134 representantes habilitados para votar (ocho expresaron impedimentos) eligieron a quien fuera vicefiscal general de la Nación en tiempos de Mario Iguarán y magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, dignidad a la que renunció en julio pasado, aunque sólo hasta ayer le fue aceptada por el Consejo de Estado. El 1º de septiembre asumirá el cargo.

Esta vez no hubo pulso partidista, como sí se dio la semana pasada con la elección de Luis Guillermo Guerrero —de línea conservadora— en la Corte Constitucional. Las cargas políticas se siguen acomodando y Otálora, de filiación liberal, fue impuesto por la aplanadora de la Unidad Nacional, tal y como estaba acordado. En dicho acomodo falta otra ficha clave: la escogencia del procurador general, donde muchos dan por descontado que Alejandro Ordóñez será reelegido. Y quedan por llenar algunas vacantes en las altas cortes para que se termine de armar el rompecabezas político de cara a los comicios presidenciales de 2014.

“La ruta a seguir en la Defensoría del Pueblo es construir una agenda de carácter nacional para darle impulso a la aplicación de la Ley de Víctimas y de Restitución de Tierras, así como prestarles especial atención al tema de la salud y a la crisis penitenciaria. Me propongo adelantar una investigación sobre el reclutamiento de menores por parte de los grupos armados al margen de la ley. Y creo que es importante estudiar el asunto de la vejez, que tiene implicaciones grandísimas en la estructura del Estado”, expresó Otálora sonriente a la salida del Salón Elíptico de la Cámara de Representantes.

En su intervención previa a la elección, sostuvo que los sectores más vulnerables de la sociedad —desplazados, mujeres, niños y niñas, discapacitados, indígenas y afros— serán su compromiso. A la vez, anunció que presentará varias iniciativas legislativas para garantizar la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos y advirtió que su estilo es la receptividad y la concertación.

Sin embargo, la elección del nuevo defensor del Pueblo no estuvo exenta de críticas, como la que hizo la representante por el Partido Verde Ángela María Robledo, quien calificó lo sucedido como un proceso “amarrado”. Las otras dos candidatas, Olga Lucía Gaitán y Beatriz Linares, apenas obtuvieron cuatro votos cada una. “Tengo la sensación que a estas mujeres, que estaban incluidas en la terna, las meten más por relleno que porque tengan la oportunidad de salir elegidas. Y me preocupa también esa puerta giratoria entre la magistratura y la Defensoría que se dio hoy en el recinto. No es lo mismo pedir votos como magistrado que como defensor de derechos humanos”, dijo Robledo.

Otros hechos que salieron a flote fueron las nueve investigaciones que cursan actualmente en la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara en contra de Otálora. Cuestionamientos a los que el recién elegido les puso la cara: “Cuando uno es funcionario del Estado y toma determinaciones, siempre afectará a alguna de las partes en conflicto y lo mismo ocurre con el ejercicio profesional de abogado que he desempeñado”, respondió.

Y agregó: “No vengo a poner el retrovisor, vengo a proponer y a trabajar por la ciudadanía. Vamos a hacer una Defensoría de puertas abiertas, que sea vocera de la sociedad”. Algo que casi todos los que han pasado por allí han prometido, pero no han podido o no han querido cumplir. Lo cierto es que la Unidad Nacional hizo su elección. Dicen que Otálora es cuota liberal, pero eso ya no importa. Ahora el país espera que, por fin, sus promesas se hagan realidad y la Defensoría del Pueblo sea, de verdad, la verdadera defensora de los derechos de todos los colombianos.

Quién es el defensor

Jorge Armando Otálora nació el 25 de enero de 1967 en Chocontá, Cundinamarca. Se graduó de la Universidad Católica de Colombia como profesional del derecho y se especializó en Ciencias Penales y Criminológicas en la Universidad del Externado, donde años después fue profesor. Fue notificador en un Juzgado Penal Municipal, de donde pasó a la Procuraduría como abogado visitador. Ascendió hasta llegar a procurador delegado ante el Bloque de Búsqueda. Tiempo después pasó a la Fiscalía General de la Nación, donde sirvió en la Unidad Anticorrupción. De allí pasó al bufete de abogados de Jaime Bernal Cuéllar, lo que le trajo el penoso incidente con la captadora ilegal DMG, a la cual se le adelantó una asesoría de consulta. En 2005 fue vicefiscal y, además, magistrado de la Sala Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura.