Y llego el péndulo a la presidencia de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.          

Después de varios años de presidencia, digamos progresista, llegó la era del tradicionalismo, por llamarlo de una manera comprensible. El magistrado Leonidas Bustos fue elegido presidente. De los antiguos miembros de la sala, era el único que no había ejercido la presidencia.            

Le tocó…        

La Sala Penal fue la institución que dio comienzo y manejó el proceso ocho mil y que investigó, denunció y sancionó el maridaje de dirigentes políticos y parlamentarios con la parapolítica.

La sala, de nueve miembros, tiene hoy, más o menos, la siguiente orientación: progresistas: 5, tradicionalistas: 3, ultraconservador: 1.    

Y quienes conocen sus pensamientos, los identifican así: librepensadores: Julio Enrique Socha, Augusto Ibáñez, María del Rosario González, Javier Zapata y Sigifredo Espinosa -todos antiguos-. Hay un nuevo progresista: Luis Guillermo Salazar, quien reemplazó a Alfredo Gómez Quintero. En total: 6. Pero uno de ellos, Javier Zapata, a veces sí, a veces no. José Luis Barceló es tradicionalista y Fernando Castro es de ultraderecha.

Un agente 001 le preguntó a un magistrado de la Corte Suprema si el nuevo presidente de la Sala Penal, el magistrado Bustos, podía considerarse de derecha... Y respondió: «¡Un tris!».

Que ojalá descansen mucho, no solo «un tris».