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Nos parece razonable la queja del Presidente y apoyamos su pedido de que se ponga fin cuanto antes a esa interinidad.

Falló el pronóstico de los colegas que anunciaron, con base en supuestas "fuentes del mismo tribunal", que el pasado "martes 13" iba a ser el "día D" en que la Corte Suprema de Justicia - ¡por fin! – elegiría nuevo Fiscal General de la Nación, e incluso se aseguraba que sería una fecha memorable porque marcaría la llegada al importante cargo de la primera mujer en los 19 años de historia del ente acusatorio de la Justicia colombiana.

A la sala extraordinaria, convocada por el presidente encargado de la Corte, Jaime Arrubla, con el fin específico de elegir Fiscal, asistieron 22 magistrados y, tras cuatro horas de deliberación, se procedió a votar y el resultado fue de 13 votos a favor de Margarita Cabello Blanco, procuradora delegada para la Administración Pública; ocho por el ex embajador de Colombia en la OEA, Camilo Ospina, y uno por el ex magistrado del Consejo de Estado, Marco Antonio Velilla. Ninguno logró la mayoría de 16 votos necesarios para ser elegido, pero es notorio el repunte de la doctora Cabello, quien, en la primera votación, el 4 de febrero pasado, luego de que la CSJ aceptara la viabilidad de la terna presentada por el Presidente, había obtenido nueve votos, contra seis y dos, respectivamente, de los doctores Ospina y Velilla.

El propio presidente de la Corte reconoció que en determinado momento se pensó en declarar la Sala en sesión permanente, pero "se optó por aplazarla por la fatiga de los magistrados". La posibilidad de ver "humo blanco" se aplazó hasta el lunes, 19 de abril, cuando se reunirán en sala extraordinaria a partir de las seis de la tarde. El doctor Arrubla promete que "hasta tanto se resuelva el tema de la Fiscalía no serán tratados otros temas" y que "la idea es buscar fórmulas que agilicen la votación". Nos alegra que así sea, pues resulta absolutamente injustificado que no hayan bastado para adoptar una decisión, las 24 sesiones de la Corte, desde que se produjo la renuncia del fiscal Mario Iguarán, el 31 de julio de 2009; el examen minucioso de la "vida y milagros" de cinco candidatos; las cuatro votaciones y los casi nueve meses de tensión que, aparte de la perniciosa interinidad de que tanto se ha hablado, implican la reducción del tiempo del nuevo fiscal a poco más de tres años, pues el período de quien resulte elegido irá hasta el 31 de julio de 2013.

Por eso no podemos estar de acuerdo con el doctor Arrubla cuando minimiza los perniciosos efectos de la interinidad, diciendo que no entiende los reproches en ese sentido pues "el Fiscal encargado está cumpliendo con su deber". Claro que el señor Vicefiscal Guillermo Mendoza ha venido cumpliendo de la mejor manera con un encargo sumamente pesado, pero también es cierto, como él mismo lo ha reconocido, que "es mucha carga para tan poca autoridad". El presidente Uribe lo explicaba estos días en una entrevista radial: "La Fiscalía es una institución de 22.000 personas, donde es muy difícil hacer una gerencia jerárquica por la independencia que reivindica cada fiscal". Y tras un preámbulo de reconocimiento a la autonomía de la Corte, puso una pica en Flandes: "A mi me parece que dilatar la elección de Fiscal es amenazar a la institucionalidad del Estado de Derecho. El Presidente tiene que dar ejemplo en aquello de respetar el Estado de Derecho, pero estos otros poderes independientes no pueden ser inferiores en eso... Yo no creo que les convenga a las instituciones colombianas dar la sensación de que se está apostando a unos resultados políticos a ver si se nombra o no se nombra, si se elige o no se elige Fiscal".

Nos parece razonable la queja del Presidente y apoyamos su pedido de que se ponga fin cuanto antes a esa interinidad, pero discrepamos del ánimo acusatorio con que algunos enemigos de la Corte pronostican que no habrá nuevo Fiscal hasta después de la elección presidencial e insisten en relacionar el tema con el largo enfrentamiento – más personal que institucional – entre algunos ex dignatarios de la CSJ y el Presidente de la República. Nosotros creemos que, por lo menos en relación con la elección de Fiscal, ese choque quedó superado cuando el Presidente reemplazó a dos de los ternados y la Corte, por su parte, al proceder a votar, removió el obstáculo de la cuestionada "inviabilidad" de la terna.

Ahora hay que dar a los magistrados el beneficio de la duda, pues la Corte es un órgano colegiado y todos ellos tienen sus criterios para votar por uno u otro candidato. Cabe esperar que, después de tantas votaciones, los partidarios de los candidatos menos votados den su brazo a torcer, en el mejor sentido, y respalden a la candidata mayoritaria, para que el lunes los colombianos tengamos la muy buena noticia de que la Fiscalía ya no está acéfala y que, al frente de ella, estará, por primera vez, una digna representante de la mujer colombiana.

El Mundo / 17 de abril de 2010