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Advirtió que también es necesario ajustar la Ley de Justicia y Paz, con el fin de esclarecer la verdad y proferir las respectivas condenas.

La necesidad de implantar reformas al sistema penal acusatorio y a Justicia y Paz fueron las principales tesis expuestas por Margarita Cabello Blanco, de cara a los proyectos que pretendería impulsar si llega a ocupar el máximo cargo de la Fiscalía General de la Nación.

Añadió que los resultados que, en cinco años, ha alcanzado esta plataforma, son lo suficientemente desalentadores como para advertir lo perentorio de recurrir a nuevos esfuerzos.

Señaló que los esfuerzos del Gobierno, en este sentido, son demasiado insuficientes, pues sus aportes en materia presupuestal no son los suficientemente cuantiosos, como para transformar el estado de cosas que vive la justicia, con la aplicación de la Ley 906.

Dijo que se debe garantizar una mejora visible en el Instituto Nacional de Medicina Legal que, para ella, afronta una crisis dramática, y de allí que exija un incremento de los recursos.

Así mismo, advirtió que todos los funcionarios del ente acusador necesita ser sometidos a un agresivo programa de capacitación, cuyo punto más importante, insiste, es la Policía Judicial.

Agregó que no sólo se necesita formación sino adecuación en materia técnica que, desde luego, también necesita de una guía académica, con tal de superar las falencias del actual sistema acusatorio.

En materia de la Ley de Justicia y Paz, cuestionó el hecho de que no se hayan proferido condenas y admitió que es necesario implantar varios ajustes.

Dijo que no sólo es necesario conocer la verdad sino otorgar verdadera justicia a las víctimas y esforzarse por brindarles un debida reparación material a su daño.

El Espectador / 21 de enero de 2010