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Una ronda de tres preguntas remató la audiencia pública en la que dos, de los tres aspirantes a la Fiscalía, (Margarita Cabello Blanco y Marco Antonio Velilla) le expusieron a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia las razones por las cuales cada uno de ellos era merecedor de, por lo menos, 16 de los 23 votos que requiere para ser escogido como Fiscal General de la Nación, en reemplazo de Mario Iguarán Arana.

PREGUNTAS

1) ¿Cuál sería la estrategia suya para llevar a feliz término la ley de Justicia y Paz?

2) ¿Qué resultados a corto mediano y largo plazo le ofrece usted al país en relación con los altos índices de corrupción e impunidad que se conocen a partir de la inactividad de un millón de denuncias?

3) ¿Cuáles son en su opinión y compromiso acerca de los diferentes pronunciamientos de los organismos internacionales sobre el funcionamiento de la justicia en Colombia?

MARGARITA CABELLO BLANCO

1) Lo haría mediante un proyecto de ley para hacerle unos ajustes importantes. Esto lo haría limitando tiempos en lo que se refiere a la etapa de la verdad. Esto ha tardado mucho, por lo que se hace necesario establecer unos límites temporales para poder ser favorecidos con los beneficios, so pena de ser excluidos de esta justicia transicional. De la misma manera, considero que debe impulsarse el trabajo más rápido y serio para que se empiecen la imputaciones. Todo esto paralelo a la comisión de la verdad.

2) Esa unidad hay que reforzarla. Por lo que he podido mirar es que la unidad anticorrupción no ha dado los resultados necesarios y necesita ser reforzada con capacitación, para que así se conozcan soluciones prácticas y formulaciones que ayuden a destapar el problema que es la corrupción.

3) Nosotros no somos un país que vive de sí mismo, tenemos que mostrar la eficiencia en la justicia. Los organismos internacionales están muy pendientes de muchas situaciones o hechos delictuales que afectan a nuestro país: parapolítica, falsos positivos, narcotráfico, terrorismo, una serie de delitos transnacionales que tiene que ser asumidos con las unidades respectivas, y yo propongo que todas estén coordinadas para que trabajen articuladas y fiscales especializados en esa materia. Todo esto sumado a los fiscales especializados que deben hacer presencia, para poder mostrar eficacia y resultados ante la comunidad.

MARCO ANTONIO VELILLA

1) Yo creo que la ley de justicia y paz ha sido positiva por haberse podido conocer sobre masacres que sin esta ley no se hubiera podido obtener. Es importante que se siga convocando a los cabecillas o mandos medios, lamentablemente se extraditaron a las cabezas de estos grupos, pero los mandos medios podrían ayudar a saber de los hechos cometidos, ellos fueron precisamente los ejecutores. Debemos implementar unos fiscales que establezcan estos crímenes de lesa humanidad. La unidad de justicia y paz debe ser fortalecida, no ser dotada con personas improvisadas. Además debemos buscar que quienes se desmovilicen no se legitimen a través de empresas legales, pues muchos de los desmovilizados están atacando industriales, y muchos chantajes y extorsiones se legalizan a través de organizaciones aparentemente legales. Es importante coger ciertos delitos y analizar cuáles son más impactantes para poder tener justicia, verdad y reparación.

2) Este es uno de los temas más delicados y tiene que ver con la congestión. Tenemos que hacer una valoración objetiva de los principales temas estructurales, y crear unos grupos de análisis para saber cuáles son los casos que tienen futuro y celebrar convenios para descongestionar el sistema. Se está hablando de 190 mil causas en curso en el sistema antiguo, de un millón en el nuevo sistema, y hablamos de que un 70 por ciento, de los 560 mil procesos que están en fiscalías locales sin indiciado. Tenemos que hacer un análisis muy objetivo para entrar a descongestionar. Tenemos que establecer un sistema de control para que de la fiscalía salgan funcionarios negligentes ineptos, y en muchas veces de mala fe. Debe mirarse la carrera administrativa para que las personas respondan a determinados perfiles. Los fiscales regionales no pueden ser extraídos de recomendaciones, sino que tengan ascendencia en las regiones. Necesitamos que en la fiscalía se hable el mismo idioma y se haga efectiva la jurisprudencia de la Sala Penal de la Corte y de la Corte Constitucional.

3) He dicho que para la Fiscalía reclamo la misma independencia que reclamo para la justicia. Yo quise ser magistrado, soy magistrado y pienso como magistrado. Necesitamos un fiscal que sea firme, creíble y por eso necesitamos esa imparcialidad. En estos momentos esta elección tiene una connotación compleja. El fiscal debe solamente fundamentarse en la prueba, esta es la que da la imparcialidad. Tenemos que trabajar para que el Estado tenga los recursos suficientes para impedir homicidios, y que se coloquen minas antipersona. Necesitamos que haya un valor civil para enfrentar las ejecuciones extrajudiciales, que los jueces y abogado no sean amenazados, y que en términos generales tengamos una respuesta judicial armónica, coherente y única porque el crimen no tiene fronteras, por eso hablamos de convenciones y tratados. Tenemos que pasar esa etapa de la justicia transicional y una eficiencia económica de las normas, donde el crimen realmente no pague y donde tengamos una política criminal que tiene un sistema que obedezca a emotividad, por eso debemos mantenernos anejos a nombres, o empresas y estudiar sólo los expedientes. Esto es lo que han predicado los relatores internacionales.

La Opinión / 22 de enero de 2010