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La elección del sucesor de Mario Iguarán en la Fiscalía marcó este año uno de los puntos más altos del llamado 'choque de trenes' entre Corte Suprema y Ejecutivo.

La pelea de poderes tiene en vilo una de las instituciones bandera del país.

En el mezanine del despacho principal del Bloque C del búnker de la Fiscalía en Bogotá hay un espacio en blanco, junto a los cinco retratos de los jefes de la institución en 18 años: Gustavo De Greiff, Alfonso Valdivieso, Alfonso Gómez Méndez, Luis Camilo Osorio y Mario Iguarán.

El dueño de ese pedazo de pared de 50 por 70 cm. es, para EL TIEMPO, el Personaje del Año en Colombia. El 2009 terminó sin que la Corte Suprema eligiera al sexto Fiscal General en la historia del país y ese funcionario sin rostro encarna a carta cabal los alcances que ha tomado el 'choque de trenes' entre el presidente Álvaro Uribe y el máximo tribunal de lo penal en el país.

Por mandato constitucional, los dos poderes tienen la obligación de suplir esa vacante. Y aunque en anteriores procesos también hubo ruidos -la Suprema de la época le protestó al gobierno Pastrana la terna de la que finalmente salió elegido Osorio-, nunca la interinidad había durado tanto: si la Corte eligiera en enero, el nuevo Fiscal tendría un periodo de tres años y medio, pues ya perdió seis meses.

En su silla ha estado Guillermo Mendoza Diago, vicefiscal de Iguarán y, en palabras de los magistrados, "un Fiscal de lujo". Él ha sido la solución temporal a una crisis que a finales de julio, cuando empezó el proceso de relevo, se veía venir.

En ese momento, especialmente tras las designaciones de varios magistrados de la Sala Disciplinaria de la Judicatura, en la Corte Suprema ya era fuerte la posición de que no se iba a votar lo que llamaban "una terna de uno".

Y cuando llegó la lista de candidatos, entre los magistrados quedó la sensación de que el Gobierno había postulado a dos aspirantes débiles para que se eligiera al ex embajador Camilo Ospina.

Desde el primer momento a Victoria Uribe se le cuestionó su idoneidad para el cargo y en efecto, se 'quemó' en la audiencia pública. Y el ex magistrado Juan Ángel Palacio terminó renunciando a su aspiración por el escándalo de supuestas presiones en el manejo de procesos, pero desde antes venía con reparos que no lo favorecían en la Corte: sus asesorías a congresistas investigados por votar la Ley de Referendo y su cercanía con el ministro Fabio Valencia y con José Obdulio Gaviria.

Ese punto, los problemas derivados de la conformación de las ternas, es una de las reflexiones que deja el proceso, según Gloria María Borrero, directora de la Corporación Excelencia en la Justicia.

Una segunda reflexión, según ese Centro de Estudios Jurídicos, es que un asunto que debería haberse resuelto con plena colaboración institucional terminó dando paso a un enfrentamiento sin precedentes. "El tema se politizó -dice Borrero-. Al Gobierno y a la Corte les faltó grandeza para dialogar directamente y ponerse de acuerdo para seleccionar el Fiscal que necesita el país". El ex fiscal Alfonso Gómez Méndez agrega que esa situación podría haberse superado si existiera un Ministerio de Justicia que se hubiera acercado previamente a la Corte.

Todo indica que desde el primer momento las dos partes estaban jugadas. Meses antes de conocerse la terna, era claro que Ospina era candidato fijo del Presidente. Y desde antes de la salida de Iguarán, en la Corte soplaban vientos favorables a extender el proceso de selección.

Así, en la Sala Plena del 27 de julio, cuatro días antes de que terminara el periodo del Fiscal, los magistrados hablaron de la posibilidad de elegir un interino y, sin haber realizado audiencia pública, se oyeron voces cuestionando la terna. Eso fue dos meses antes de que esta fuera declarada 'inviable'.

"En procesos que tienen que ver con la política criminal del país la Corte es deliberante, no notario", dice uno de los miembros del tribunal.

Hoy, casi medio año después y con dos aspirantes de recambio -el magistrado Marco Velilla y la procuradora Margarita Cabello-, Ospina parece ser el de menor chance si la Corte se decidiera a votar. Eso a pesar de que su aspiración era tan fuerte que incluso varios colaboradores de Iguarán le incumplían citas a su jefe para almorzar con el candidato a sucederlo.

La cercanía de Ospina a un Gobierno del que fue Secretario Jurídico, Ministro de Defensa y Embajador en la OEA ha pesado en su contra en medio de la polarización, a pesar de que varios magistrados lo apoyaron desde el primer momento. Además del tono que ha tomado la pelea con la Casa de Nariño, afirma uno de los del 'ala moderada' de la Corte, hay inquietud por decisiones que tendrían que pasar por sus manos, como las de las 'chuzadas' del DAS, las cuentas del referendo, la 'yidispolítica' y el escándalo de AIS, en los que los investigados son sus ex compañeros de los últimos siete años.

¿Gerente o penalista?

¿Cuál es el retrato del Fiscal que quiere la Casa de Nariño? Su bosquejo está basado en el Artículo 249 de la Carta: abogado, mayor de 35 años y sin tacha judicial. A esos rasgos le suma el "sentido de gerencia" para manejar una entidad de 22 mil empleados, presencia en casi todos los municipios y cuyo presupuesto supera los 1,3 billones de pesos.

El retrato que ha planteado la Suprema tiene otros caracteres: ha hablado de independencia y de un punto que en anteriores ocasiones no fue insalvable, pero que con el nuevo sistema acusatorio pesa: conocimiento de temas penales.

Los que piden un penalista dicen que incluso un experto como Iguarán tuvo resbalones al defender sus casos ante la Corte, entre ellos la anulación del proceso contra el ex jefe del DAS Jorge Noguera. "Un Fiscal que no domine el tema terminaría siendo un contendor fácil para los abogados de los acusados con fuero y eso generaría impunidad", dijo uno de los magistrados.

Ninguno de los tres candidatos que están en la actual terna es experto en Penal y tampoco lo eran los dos que salieron de la original. Y, señalan expertos como Rodrigo Noguera, rector de la Universidad Sergio Arboleda, el Gobierno ha cumplido con lo que ordena la Constitución y, así las cosas, no podría la Corte imponer requisitos nuevos sin violentar el Estado de Derecho.

En medio de esa puja, el segundo cargo más importante del país después del de Presidente sigue vacante. Por eso, Gómez Méndez habla de una tercera lección de este proceso: la necesidad de reformar el sistema de elección del Fiscal.

"Cada parte, a su manera, tiene la razón y el problema es que no hay árbitro previsto por la Constitución que pueda resolver entre ellos", asegura.

En el Palacio de Justicia se ha hablado de este tema. Allá no suena mal la idea de invertir el proceso: que sea la Corte la que terne y que el Presidente elija. El tema está en la agenda de la nueva Comisión de Reforma a la Justicia convocada por el Gobierno, pero en todo caso no aplicará para la elección de este Fiscal que, entre otros retos, tendrá que asegurarse de que la justicia funcione, de tal forma que la Corte Penal Internacional solo se limite a mirar de lejos lo que sucede en Colombia.

Duros roces

17 de septiembre. Dos meses después de recibir la terna, la Corte dice que es inviable. En una votación de 13 contra 8, los magistrados se negaron a elegir al nuevo Fiscal General. En julio habían planteado crear un test de elegibilidad.

Septiembre 18. El Ministro del Interior pide a la Corte que elija al Fiscal para evitar un quebrantamiento del orden institucional. Pero, el 23 de ese mes, el alto tribunal se ratifica en su posición.

Octubre 14. Juan Ángel Palacio renuncia a ser candidato a Fiscal. Magistrados de la Corte se reúnen con el Presidente y el Ministro del Interior en la Casa de Nariño.

Octubre 31. "Pedimos que otras instituciones del Estado no abusen de sus prerrogativas", dice el Presidente en un consejo comunitario. Los magistrados se quejan de que el discurso público de Uribe sea diferente al que, aseguran, ha tenido en sus charlas privadas.

Noviembre 22. Presidencia asegura que es grave que el magistrado Ibáñez mienta, en referencia a un supuesto acuerdo con la Corte para desempantanar las votaciones tras la renuncia de Palacio.

Afuera preocupa la interinidad

La ONU no está tranquila con la interinidad en la Fiscalía. Dice que podría afectar a Justicia y Paz.

En sus reuniones con el Gobierno y la Corte y ONG como Excelencia en la Justicia, la relatora de la ONU Gabriela Karina Knaul de Albuquerque expresó su inquietud por la interinidad. Según la Relatora, "aunque el trabajo cotidiano esté asegurado", la falta de un Fiscal en propiedad podría afectar el éxito de Justicia y Paz y el afianzamiento del Sistema Acusatorio.

La pelea ha desgastado las instituciones, advierten los expertos. Hay críticas por cambio de fiscales.

Mendoza venía de ser el 'vice' de Iguarán y conoce perfectamente la Fiscalía. Por eso, dice Gómez Méndez, la interinidad no se han sentido tanto. Pero hay críticas por cambios de fiscales, que él defiende con el argumento de que se ajustan al concurso de méritos. "Mendoza ha cumplido, pero no puede prolongarse más", dice Eduardo Cifuentes, decano de Derecho de Los Andes.

El 21 de enero habrá audiencia pública y televisada con Marco Antonio Velilla y Margarita Cabello.

En su última sala plena del año, la Corte reactivó el proceso de elección con el llamado a audiencia pública a los dos nuevos miembros de la terna. Quince magistrados apoyaron esa decisión, mientras 4 pretendieron que se mantuviera la decisión de declarar inviable la terna. La postulación de Cabello cayó bien, pues incluso ha aspirado dos veces a la Sala Civil.

REDACCIÓN JUSTICIA

El Tiempo / 19 de diciembre de 2009