La inclusión de Margarita Cabello Blanco en la terna para Fiscal General parece un reto de Álvaro Uribe a la Corte Suprema de Justicia. Al decidirse por una abogada con amplia trayectoria en la Rama Judicial, pero desconocida – incluso en la Procuraduría – y con muy poca experiencia en derecho penal, el Presidente empuja al límite el argumento que tanto ha repetido la Corte para negarse a votar la terna: la falta de idoneidad. ¿Es idónea Margarita Cabello para ser Fiscal? La respuesta no es sencilla.
"Es una persona meritoria, trabajadora y discreta", dice Gustavo Bell, ex vicepresidente de la República y ex director del diario El Heraldo. Lo mismo piensa Jesús Valderruten, director de la especialización en responsabilidad civil de la Universidad del Norte, de Barranquilla. Valderruten la conoce como una excelente docente de esa institución e integrante activa del Instituto Colombiano de Derecho Procesal.
"Fue compañera de muchos años de nosotros en el tribunal. Todos los magistrados somos muy conscientes de su capacidad. Teníamos la sensación de que su carrera iba en ascenso. La inclusión en la terna es el reconocimiento de sus esfuerzos en la Rama", dice Julio Ojito Palma, magistrado del Tribunal Superior de Barranquilla. Según su hoja de vida, Margarita Cabello ha sido ternada en dos ocasiones para la Sala Civil de la Corte Suprema.
Más allá de colegas de trabajo y conocidos en Barranquilla, no es fácil encontrar mayores referencias sobre Cabello Blanco en esa ciudad. Varios periodistas locales consultados por La Silla Vacía la conocían por cuenta de terceros, pero no tenían presente su trayectoria como funcionaria pública.
La revista Semana afirmó que Margarita Cabello es cercana a David Name, empresario costeño y contratista del Estado, integrante del clan político Name. La Silla Vacía no pudo confirmar esta información de manera independiente.
Se supo, por otro lado, que Cabello Blanco es hermana de María Elvira Cabello, cónsul de Colombia en Caracas.
En Bogotá y en el ámbito nacional su nombre es totalmente desconocido. "Las personas que han trabajado con ella me han hablado muy bien de ella. Me dicen que es una excelente funcionaria", dice el abogado penalista Jaime Granados.
La Silla Vacía también consultó a funcionarios de la Corte Constitucional, abogados litigantes e integrantes de organizaciones civiles, y no habían oído antes de Margarita Cabello. Un profesor suyo de la Universidad Externado, donde hizo una de sus especializaciones, tampoco la recuerda.
Su anonimato en Bogotá resulta en parte explicable si se tiene en cuenta que ha desarrollado toda su carrera en el Atlántico, y sólo hasta abril de este año llegó a la Procuraduría como delegada de la Sala Disciplinaria. Por otra parte, que sea desconocida en la capital del país no tiene nada que ver con su capacidad profesional, de la cual hablan muy bien las fuentes que la conocen.
No obstante, resulta algo sorprendente ese bajo perfil para una persona que puede llegar a tomar las riendas de una entidad con más de 30 mil empleados. Pero, más importante aun, surge la dude de si para la Corte Suprema ese perfil y el hecho de que no tenga trayectoria en derecho penal hacen que su nombre sea, nuevamente, inviable. Como el de Virginia Uribe.
Tanto Valderruten como el magistrado Ojito Palma le confirmaron a La Silla Vacía que desconocen la experiencia de Margarita Cabello en temas penales, área por la que tuvo un breve paso hace muchos años. Un periodista de Barranquilla la invitó a su programa periodístico en un par de ocasiones, pero para que hablara sobre derecho de familia. Igualmente, su notoriedad en temas procesales se limita al campo del derecho privado.
En definitiva, sus credenciales, si bien mejores que las de Virginia Uribe, no incluyen habilidades en derecho penal. Algo que con la entrada del sistema penal acusatorio, donde el Fiscal General debe litigar algunos casos directamente, se volvió un requisito indispensable para la decisión de la Corte Suprema.
En la breve rueda de prensa que dio el miércoles pasado, no quiso referirse a la política criminal en Colombia. "Es muy temprano para eso", afirmó.
Lo cierto es que con este cambio en la terna, el presidente Uribe sigue empeñado en que no haya penalistas en la baraja de candidatos; mantiene su respaldo a Camilo Ospina y, para algunos, le da la razón a quienes creen que sigue siendo una 'terna de uno'. Pero con dos nombres nuevos, le aumenta la presión a la Corte, a la que le quedaría mucho más difícil rechazar a Marco Antonio Velilla o Margarita Cabello, más allá de que tengan razones para hacerlo.
Si finalmente la Corte acepta esta terna casi nueva o espera hasta la salida del ex ministro de Defensa, será noticia de 2010. Todo parece indicar que la Fiscalía General recibirá el año nuevo en interinidad.
La Silla Vacía / 11 de diciembre de 2009