colombiano

El estrés del vicefiscal

 

Por. Rafael Nieto Loaiza

El viernes, por "extremo estrés, al parecer por el clima de tensión por los enfrentamientos entre la Corte y el Gobierno", fue hospitalizado el vicefiscal general Fernando Pareja. Lo leo y no me lo creo. ¿Se estresó el vicefiscal por las diferencias entre la Suprema y el Presidente? Releo. El diario sostiene su información en "una fuente de Fiscalía".

No termino de convencerme. ¿Qué me sucede? ¿Será que este mundo cínico me ha transformado en un desconfiado irredimible? Peor, ¿insensible a la enfermedad del prójimo? Pero no, miro mis entrañas y ahí está el que se conmueve con el dolor ajeno, arde ante las injusticias y llega incluso a ser un tanto sensiblero, de aquellos que enjuga lágrimas en las películas románticas.

Pero no logro entender por qué el vicefiscal puede "estresarse" por la pugna entre Corte y Palacio de Nariño. Y además terminar en la clínica por ello. Al fin y al cabo ni él está en la Suprema ni es parte del Ejecutivo. Es cierto que, sin embargo, el Pareja ha sido siempre funcionario de la Rama Judicial y era hasta hace poco magistrado del Tribunal de Bogotá. ¿Será acaso que, identificado con sus antiguos colegas, siente como propias las presiones que viven los honorables de la Corte? La solidaridad sería entendible, pienso, pero no suficiente para enviarlo al sanatorio.

Recuerdo ahora que Pareja abandonó su cargo, sólo de manera temporal y con permiso de la Corte, para asumir la Vicefiscalía. Y que Mendoza lo nombró por solicitud de magistrados de la Suprema. ¡Y de golpe la revelación me derriba del caballo! El doctor Pareja ha de estar estresado, hasta el punto de la internación "por reacciones psicosomáticas o trastornos sicológicos a veces graves", porque aspira a quedarse como Fiscal General.

Apuesta a que la terna siga "inviable", el enfrentamiento se agudice y la Corte, como lo ha insinuado, designe Fiscal a dedo. ¡El índice magistral apuntaría a él! Él, ungido como cabeza del segundo órgano más poderoso del país. Semejante posibilidad lo agobia.

Y lo enferma. Ahora entiendo el desvarío de calificar de "delito de lesa humanidad" la bomba al avión de Avianca en 1989. Y el delirio de sostener que el caso podría llegar a la Corte Penal Internacional.

Pareja estaba enfermísimo cuando hizo tales afirmaciones, porque es inconcebible que no sepa que ese tribunal internacional sólo tiene competencia por hechos ocurridos después de julio de 2002, sólo cuando el derecho internacional (no el fiscal nacional de turno) los califique como crímenes internacionales, y en la hipótesis de que la justicia colombiana maniobre para dejarlos en la impunidad.

Como no creo que sea tan tonto como para hablar contra su propia gestión?

¿O será acaso que lo que en verdad quiere Pareja es esconder la brutal ineficacia del sistema de administración de justicia y tratar de impedir la prescripción del delito?

Me estoy volviendo en exceso suspicaz. Voy a internarme. Quizás también yo necesite una cura para el estrés.

El Colombiano / 01 de diciembre de 2009