TRANSPARENCIA

Elección Visible espera que la próxima elección de seis magistrados de la Corte Constitucional sea transparente y democrática. Su vocera, Margareth Flórez, explica cómo 13 organizaciones ejercen la veeduría y cómo los ciudadanos del común pueden participar. Para ella, una sociedad civil activa es el mejor antídoto contra la corrupción.

Por César Paredes, periodista de Semana.com

La corporación Transparencia por Colombia en sus 10 años de presencia en el país, ha puesto la lupa en el tema de la corrupción en el Estado y en las empresas. Actualmente, esta ONG junto con otras trece está haciendo la veeduría ciudadana al proceso de elección de los magistrados de la Corte Constitucional, cuya votación se hará en el Pleno del Senado el próximo diciembre.

En entrevista con Semana.com Margareth Flórez, directora de la corporación hace un balance de cómo está el tema de la corrupción en el país, y cómo la perciben los colombianos. Ella argumenta que para aumentar la transparencia en el Estado es necesario que la ciudadanía salga de su letargo. Flórez también habla de los nuevos retos que tiene el país frente a nuevas modalidades de filtración de las mafias en el Estado.

Semana.com: ¿Cómo va el proceso de observación de la elección de los magistrados de la Corte Constitucional que ustedes estámn haciendo?

Margareth Flórez: Hemos solicitado a los nominadores, (al Presidente de la República, a la Corte Suprema y al Consejo de Estado), que cumple 10 años, que den a conocer a los colombianos los criterios de conformación de las ternas, las hojas de vida de los postulados, que nos cuenten el cronograma del proceso y que hagan audiencias públicas para entrevistar los candidatos. Hasta el momento la Rama Judicial ha contestado, pero no lo ha hecho el Presidente. Estamos atentos a que nos hagan llegar la información porque desde el gobierno nos han dicho que quieren hacer de éste un proceso transparente y queremos que eso se traduzca en hechos.

Semana.com: Es la primera vez que la ciudadanía hace un proceso de veeduría de una elección de magistrados de una Alta Corte. ¿Porque es importante para la sociedad civil que este proceso sea transparente?

M.F.:Todos los procesos de denominación de magistrados deben ser transparentes, así se plantea en todos los países del mundo. Pero en particular en este momento van a cambiar 6 de los 9 magistrados de la Corte Constitucional, es decir, va a cambiar el 66 por ciento de la composición de la Corte. La Corte Constitucional es de los órganos máximos de la justicia, la que toma decisiones que tienen que ver con la vida diaria de los colombianos. La Corte debe decidir sobre las tutelas, va a decidir sobre la reelección del Presidente, por eso necesitamos una corte legítima, que genere confianza y que sea independiente en sus decisiones.

Semana.com: La semana pasada la corporación Transparencia se reunió con congresistas del Partido Liberal. ¿Cuál fue el compromiso que salió de esa reunión?

M.F.:Hemos hablado con los nominadores, con el órgano que los va a elegir que es el Senado y su presidente, Hernán Andrade, y hemos visitado las bancadas de los diferentes partidos para que estén muy atentos a la composición de las ternas, que verifiquen los antecedentes de los ternados, que indaguen sobre sus hojas de vida y que pidan a los nominados que hagan públicos los criterios de selección. El objetivo es que del debate en el Pleno del Senado se elijan a los mejores hombres y mujeres que queremos que lleguen a la Corte, que tengan una actuación ética y profesional. La bancada del partido liberal dijo que atendía las solicitudes, que apreciaba que existieran iniciativas como ‘Elección Visible'. Esperamos que así sea.

Semana.com: ¿Cómo ha visto las recientes elecciones de magistrados del Consejo Superior de la Judicatura y del Defensor del Pueblo?

M.F.: Veo con mucha preocupación lo que pasó en el Concejo Superior de la Judicatura. La elección de los magistrados y sus cuestionamientos ha sido ampliamente cubierta por los medios. Pareciera que no se hizo un proceso de verificación de los antecedentes de los candidatos, y el hecho de que ya hayan sido elegidos genera mucha desconfianza, sobre los candidatos y sobre el órgano que van a integrar. Además pareciera que hubo un intercambio de favores entre los partidos políticos y los candidatos y consideramos que eso no es lo que necesita la democracia colombiana, ni la justicia

Semana.com: ¿Cuál es el mensaje que se da al país cuando las instituciones del Estado esperan a que sean los medios los que pongan en la agenda los casos de corrupción para tomar medidas?

M.F.: Es muy importante que los medios cumplan ese papel de denunciar la corrupción, pero no podemos entregar solo a los medios ese rol ni tampoco a las organizaciones de la sociedad civil.

Entre todos tenemos que contribuir a que haya más transparencia. Pero la responsabilidad principal está en los nominadores y en los que eligen a los funcionarios del Estado.

Elección Visible ha abierto un canal a la ciudadanía en la página web, donde estamos buscando que todos los ciudadanos que conozcan o que quieran comentar sobre el perfil de los candidatos a magistrado, lo puedan hacer. Y vamos a dar a conocer esa información a los nominadores y al Senado.

Semana.com: ¿En estos 10 años de Trasparencia por Colombia cuál ha sido la evolución del tema de la corrupción en el Estado?

M.F.:Creemos que hay logros, pero también, enormes desafíos. Algunos de los logros están en el campo donde ha habido un mejor acceso a la información, y mayor rendición de cuentas y control social. Sin embargo, la corrupción se ha complejizado, se ha vuelto más sofisticada y está en manos de redes delincuenciales que tienen propósitos sistemáticos de expoliar lo público. Eso hace que la tarea que se adelante sea de gran envergadura y va a requerir el compromiso de todos en la sociedad. Esto pone a Colombia en una situación difícil porque narcotráfico, violencia y corrupción se refuerzan entre sí, porque los tres necesitan el uno del otro para prosperar en sus propósitos egoístas contra el interés colectivo.

Semana.com: Y esa evolución en las estadísticas...

M.F.: En los 10 años de mediciones del índice de percepción de corrupción Colombia empezó en 1998 con 2, 2 de una escala de 0 a 10. En el 2001 llegó a su mayor puntaje que fue 4. Y en los últimos años no hemos logrado bajar de 3.8 o 3.9. Ahí estamos estancados.

La misma encuesta el año pasado preguntó si íbamos a poder a combatir la corrupción en los próximos 3 años y la respuesta es que no creen, un 52 por ciento dice que vamos a seguir en las mismas.

Semana.com: En la presentación del informe de los 10 años de Transparencia se mencionaron las nuevas modalidades que usa la mafia para captar el Estado. ¿Cuáles son los nuevos retos para combatirlas?

M.F.: Uno de los retos más importantes es entender el fenómeno de la captura del Estado. En muchos países se ha entendido por la cooptación del Estado cuando grupos económicos legales entran en él para favorecer propósitos particulares e influenciar sus decisiones. Pero hemos encontrado, en el caso colombiano, que los grupos ilegales también lo hacen, y no solo buscando un poder económico, lo hacen buscando un poder territorial por la vía de la legitimación. Lo que hemos visto con los parapolítica es un ejemplo de ello: es una mezcla entre políticos y paramilitares que buscan entrar al Estado por la vía legítima e influenciar decisiones.

Lo grave que es que al entrar por las vías legitimas, institucionales, se da una mezcla entre grupos ilegales y economía formal, lo cual disfraza el fenómeno y hace difícil combatirlo. Necesitamos entender mejor cómo ocurre, para encontrar las herramientas que hay que emprender, porque la lucha convencional que hemos llevado contra la corrupción ha mostrado contribuir en muchos aspectos, pero también es insuficiente para luchar contra este fenómeno, que incluso incorpora redes delincuenciales internacionales.

Semana.com: Transparencia hace un seguimiento a nivel mundial de estos casos de corrupción, ¿qué significa la parapolítica a nivel internacional?

M.F.: La parapolítica es una expresión de la cooptación del Estado, similar a lo que se ha encontrado en algunos estados mafiosos, como Sicilia, o en Europa del este. Hemos observado que lo que pasa en Colombia, hace parte de un fenómeno internacional. Leyendo un informe de la comisión europea que trabaja los temas del crimen organizado, uno encuentra una enorme coincidencia entre los grupos ilegales asociados al narcotráfico en Colombia con las mafias que operan en otros países.

Semana.com: ¿Que se necesita para combatir este fenómeno?

M.F.: No tengo la respuesta. Estamos en esa búsqueda.

Semana.com: Y para combatir la corrupción en general...

M.F.: Hay que trabajar en muchos frentes. Poner la corrupción en la agenda pública como una prioridad, porque en un país concentrado en vencer el conflicto armado, la corrupción pasa a un segundo, tercer, o cuarto plano.

Además, cuando uno pregunta a los colombianos sobre la corrupción tienen una percepción muy alta de que existe, pero cuando se indaga sobre qué tanto cree que les afecta, solo un 3 por ciento cree que le afecta, lo cual significa que no entienden el impacto que tiene sobre el acceso a la educación, a la salud, a los subsidios, a la lucha contra la pobreza.

Creemos que hay que fortalecer una justicia independiente, capaz de sancionar y combatir la impunidad. Hay que fortalecer los organismos de control, necesitamos que actúen con con eficacia, que los empresarios emprendan acciones para prevenir el soborno y luchar contra la corrupción, dentro de sus empresas como en el entorno de negocios que tienen. Creemos que la sociedad civil tiene que despertar, estar más atenta al cuidado de lo público. Los ciudadanos tenemos que generar un rechazo social a la corrupción, pues en Colombia muchas veces se tolera dependiendo de los fines que se persigue.

Pero vuelvo e insisto, entender lo que pasa con la reconfiguración coptal del Estado implica un esfuerzo adicional para entender el fenómeno: cómo se manifiesta y cómo hay que combatirlo y creo que no estamos preparados todavía para esto.

Semana.com: Dentro de los indicadores de percepción de la corrupción en estos 10 años, ¿qué instituciones han mejorado y cuales han empeorado?

M.F.: Algunas Instituciones del gobierno nacional en los últimos años han presentado mejoras, especialmente las instituciones del sector comercio y hacienda, porque ellas tienen qué presentar información a tiempo y es de conocimiento público.

Persisten con riesgo de corrupción el Congreso, la Cámara de Representantes, las corporaciones regionales como asambleas y concejos, los partidos políticos y las empresas sociales del Estado.

Hay que recuperar la legitimidad y la confianza en estas instituciones que son vistas como las más propensas a la corrupción, y eso deteriora la democracia misma.

Semana.com: ¿Cómo ha visto el papel de la sociedad civil en estos 10 años?

M.F.: Creo que nos falta mucho por avanzar en lo que se refiere a una sociedad civil activa, deliberante, interesada por los asuntos públicos. Pero hay que destacar que ha habido iniciativas muy preocupadas por el tema. De hecho no solo Transparencia por Colombia está cumpliendo 10 años, lo está haciendo Congreso Visible y Bogotá Cómo Vamos, iniciativas preocupadas por hacer de la gestión pública más transparente, que han tratado de impulsar un Congreso más probo en sus acciones y más visible.

Falta mucho en las regiones donde no solo las organizaciones sociales son escasas, sino que enfrentan represalias, tienen temor a poner esos temas de corrupción y transparencia en la agenda pública y aunque quieren hacer un buen trabajo claudican porque no encuentran como hacerlo.

Semana / 22 de septiembre de 2008