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Los acostumbrados roces entre la Presidencia de la República y la Corte Suprema de Justicia tuvieron este miércoles un nuevo capítulo.

En un pulso que pareciera no tener fin, la Casa de Nariño cuestionó este miércoles la credibilidad del Presidente y vocero del Alto Tribunal, magistrado Augusto Ibáñez, a quien el domingo pasado había calificado de mentiroso.

"Es muy grave para las instituciones de Colombia que el presidente de la Corte Suprema de Justicia esté diciendo mentiras de las conversaciones que ha sostenido con el Presidente de la República", señaló César Mauricio Velásquez, vocero de prensa del palacio presidencial, hace apenas cuatro días.

Pero la arremetida no paró allí, "la credibilidad y vocería de su Presidente (Corte Suprema), magistrado Augusto Ibáñez, queda seriamente comprometida ante el país y la opinión pública, al faltar a la verdad públicamente sobre lo trascendido en reuniones con el Presidente de la República y su Ministro del Interior y de Justicia, en materia tan delicada como la elección de Fiscal General de la Nación", se afirmó en el comunicado de la Casa de Nariño.

Es precisamente la mora en que ha incurrido la Corte de cara a la elección del Fiscal General, la razón fundamental de estos episodios, que ya completan los cinco meses, y que podrían trasladarse al 2010 si la Corte no elige el sucesor del ex fiscal Mario Iguarán, el 10 de diciembre próximo cuando los 23 magistrados que integran el Tribunal se reunirán para tal fin.

"¿Qué se puede esperar de su tarea de administrar justicia?", preguntó la Casa de Nariño al poner en entredicho la labor de Ibáñez como magistrado, lo que profundiza aún más las diferencias.

La República / 26 de noviembre de 2009