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Sin haber completado su primer año como magistrado, Jorge Ignacio Pretelt Chaljub ya rompió su primer récord: es el magistrado que más insistencias ha radicado en menor tiempo. De manera consistente y en proporción mucho mayor a sus demás colegas, Pretelt viene insistiendo para que la Corte seleccione decenas de casos.

La insistencia, como su nombre lo indica, es la facultad discrecional que tienen los magistrados de este tribunal para insistir en que la Corte seleccione algunos casos que previamente no fueron escogidos por una sala de selección. Esto es de suma relevancia para la labor de la Corte, pues semanalmente llegan a ella miles de tutelas decididas por los jueces de todo el país y sólo un puñado de ellas son seleccionadas para revisión. Hay semanas en las que llegan más de 5.000 casos, y sólo se seleccionan 20.

Por esto los magistrados se toman en serio esta prerrogativa. Normalmente la utilizan cuando un caso puede ayudar a sentar nueva jurisprudencia o unificarla. O en casos muy graves en los que está en riesgo un derecho fundamental que no pueda ser protegido de otra manera. Dependiendo de la visión del magistrado, estos criterios son más o menos amplios. Además de los magistrados, pueden insistir el Defensor del Pueblo y el Procurador General de la Nación.

A diferencia de la sala de selección, donde los magistrados pueden seleccionar tutelas de manera discrecional y sin mayor explicación, a la hora de insistir son más exigentes, pues tienen que poner por escrito los fundamentos constitucionales por los que recomiendan revisar un caso que no fue seleccionado.

Lejos de tratarse de problemas emblemáticos, la gran mayoría de las tutelas que interesan al magistrado Pretelt son principalmente de temas entre empresas y particulares.

Si bien esto no significa que no pueda tratarse de asuntos de interés para la Corte o de problemas jurídicos relevantes, no es usual ver que a un magistrado le preocupen tanto estos casos y en esa medida. Una comparación con los temas que insisten los demás magistrados pone en evidencia esto (ver cuadro comparativo).

Presentar una insistencia no implica que el caso será automáticamente seleccionado, pero sí es un argumento de peso para que una sala de selección de tutela opte por mirar con mayor detenimiento un caso. Los magistrados suelen tratar la insistencia como algo excepcional. Pero si la excepción se vuelve la regla, y todos los casos se vuelven relevantes, el mecanismo se desgasta, pierde su fuerza y permite que pasen desaparecibidos otros casos que pueden ser más importantes.

Marco Gerardo Monroy Cabra, a quien Jorge Pretelt remplazó en la Corte, era conocido por sus escasas insistencias. Igual al ex magistrado Álvaro Tafur Galvis o al magistrado Nilson Pinilla. En la Corte actual, las insistencias de Pretelt en tres meses equivalen a las de seis magistrados en el mismo periodo (ver tabla).

La Silla Vacía / 24 de noviembre de 2009