Que no es otra cosa que invitar a los nominadores de las ternas de las que deben salir elegidos los seis nuevos magistrados que deben llegar a la Corte Constitucional antes de que termine el año, es decir al Presidente de la República, a la Corte Suprema de Justicia y al Consejo de Estado, a que se sometan a un ejercicio de transparencia en el proceso de conformación de las ternas y al elector de quienes serán los nuevos magistrados, el Senado de la República, a que escojan a los colombianos más idóneos e independientes. Y a concienciar a los colombianos de que la elección de los magistrados de las altas cortes es un tema que nos debe interesar a todos los ciudadanos.

La nueva Corte Constitucional, que se renovará en un 60 por ciento, tendrá en sus manos temas tan trascendentales como una tercera reelección del presidente Uribe (si es que se da), sentencias contra tutelas, eutanasia, aborto, derechos civiles de parejas homosexuales, derechos indígenas, posibles futuros procesos de paz, alcance del POS, consideraciones fiscales de los fallos judiciales. En fin temas que deberían ser de gran interés para los colombianos.

Este primer ejercicio debe ir madurando con el paso del tiempo y esperamos que en un futuro no muy lejano la nominación y elección de magistrados sea de cara al público y no puertas adentro, en sesiones cerradas, como ha ocurrido hasta hoy. Sería lo ideal.