En su opinión, “se hace necesario crear un verdadero Consejo de Política Criminal que no dependa del Ministerio del Interior, que proyecte verdaderas políticas jurídicas, sociales y económicas que sirvan de mapa de navegación normativa para el país”.

Oportunidad deficiente

Granados también descalificó la eficiencia del llamado principio de oportunidad, que se utiliza para que los delincuentes colaboren con la Justicia delatando cómplices o informando la comisión de otros delitos. “Sólo en el 10 por ciento de los procesos ese mecanismo ha servido como salida para los mismos”.

Para Gloria Borrero de la Corporación Excelencia a la Justicia, la Reforma del sector debe incluir la creación de un representante del sector ante el Presidente de la República y el Presidente del Congreso.

“Debemos impulsar una transformación a la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, que las demandas sobre la actuación de los jueces sea competencia de un organismo interno de ellos y que el Tribunal Administrativo del Consejo Superior de la Judicatura no tenga funciones judiciales”, explicó.

Borrero insistió en que para reducir la congestión judicial, hay que vigilar que los jueces se apersonen de los casos.

Derechos y Deberes

El invitado especial al Foro, Eloy García, profesor de la Universidad Complutense en España, destacó que Colombia es una sociedad integral y que en materia de justicia “el país entró en el siglo de los deberes”.

“La Ley otorga derechos que no pueden existir sin que haya deberes. No se puede pedir a una Nación que haga lo que no estamos dispuestos a hacer, porque la justicia no es sólo dar a cada uno lo que le corresponde sino solicitar a cada uno lo que puede dar”, dijo García al recordar a varios especialistas del pasado.

“Colombia es un país maravilloso porque ha superado desafíos como el narcotráfico y en justicia ha logrado imponer la idea de deber por encima de la de derecho”, puntualizó.