J_45_2010

Fuente: Barómetro de las Américas por LAPOP, 2004-2009

Uno de los factores más importantes para diagnosticar la sostenibilidad de un régimen democrático, es la confianza que la ciudadanía deposita en las instituciones que componen las Ramas del poder público. Teniendo esto en cuenta, la Universidad de Vanderbilt, en Tennessee, aplica anualmente encuestas en marco del Proyecto de Opinión Pública para América Latina (LAPOP, por sus siglas en inglés). En estos sondeos en el continente americano se hacen preguntas sobre cultura política, tolerancia frente a ciertas conductas relevantes para una democracia, percepción sobre la situación de orden público, confianza en organizaciones e instituciones, entre otros temas.

Resultan interesantes los hallazgos sobre el nivel de confianza de los colombianos en diversas instituciones y estamentos del país. Entre los años 2004 y 2009, la iglesia católica se ha posicionado como la organización en la que la mayor parte de los encuestados respalda, registrando índices que oscilan entre un 69 y un 74 por ciento de confianza entre la población. Por otra parte, los partidos políticos cuentan con el menor apoyo por parte de la ciudadanía, lo cual se ve reflejado en el hecho de haber registrado niveles entre 35 y 40 por ciento.

Ahora bien, la encuesta también ha indagado sobre el apoyo de la ciudadanía a las Cortes Constitucional y Suprema de Justicia, así como al sistema de justicia en su conjunto. En comparación con las demás instituciones, las Cortes cuentan con un respaldo medio, que ha oscilado durante estos años entre un 52 y un 60 por ciento. Entre 2004 y 2007, la Corte Constitucional registraba una confianza (levemente) superior a la Corte Suprema de Justicia, aunque en los últimos dos años ésta ha estado por encima.

Por su parte, el sistema de justicia en su integridad, ha estado por debajo en términos de confianza, de las dos Cortes. Sin embargo, la diferencia ha sido sutil: el menor índice de confianza lo registró en 2006 (con 50 por ciento), mientras que su mejor resultado se presentó en 2008 (cuando alcanzó un 58 por ciento). Estos resultados dejan a la justicia colombiana con un respaldo superior al que existe alrededor de las elecciones en el país (que en promedio han tenido una confianza del 51%), e inferior al de la Policía (con un promedio de 57%).

En conclusión, si bien existen instituciones que cuentan con menor respaldo ciudadano en comparación con la justicia y sus Cortes, la confianza que estas tienen es apenas aceptable. A fin de garantizar la legitimidad del aparato de justicia y, consecuentemente, la fortaleza de la democracia colombiana, es necesario que la Rama Judicial preste atención a esta situación y promueva acciones que permitan la pedagogía en justicia, así como el entendimiento de las decisiones judiciales y del funcionamiento administrativo de la judicatura entre la ciudadanía. De la misma forma, el tema también pasa por combatir aspectos como la percepción de victimización y la creencia de que existe impunidad en torno a conductas ilícitas y la sensación de que la justicia colombiana es lenta e ineficiente. Solo si se toma consciencia sobre esta problemática, se pueden esperar mejores resultados sobre la confianza que los colombianos depositan en su sistema de justicia y los organismos que lo componen.